sábado, 10 de abril de 2010

Inundaciones en Brasil: hay 83 muertos y varios saqueos

Parte de los 1,5 millones de los ciudadanos afectados por las inundaciones en el estado de Santa Catarina buscan desesperados los alimentos en los comercios

 

RIO DE JANEIRO.- Las fuertes lluvias que desde hace casi dos meses se abaten sobre el estado brasileño de Santa Catarina, arrojan un saldo provisorio de 83 muertos y 52.000 evacuados, mientras en algunas ciudades varios comercios y residencias comienzan a ser saqueados en busca de alimentos frente al posible desabastecimiento y aislamiento.
Las lluvias sembraron destrucción y muerte en 30 municipios de Santa Catarina, donde viven 1,5 millones de personas. Las ciudades más afectadas fueron Ilhota, Blumenau y Jaraguá do Sul, donde ocurrieron más de la mitad de los casos fatales.
El gobernador del estado de Santa Catarina, Luiz Henrique da Silveira, que el sábado decretó el estado de urgencia, declaró que esta es "la peor tragedia climática de la historia de la región", y dijo que las autoridades no saben con exactitud "cuántas personas pueden haber desaparecido".
Hoy, varios saqueos tuvieron lugar en supermercados y farmacias de la ciudad portuaria de Itajaï, según un responsable de bomberos, Samuel Martins. En la ciudad de Blumenau, los precios se han duplicado, por lo que la desesperación en sus habitantes está creciendo.
Aunque las aguas comienzan a bajar, casi 80% de la región sigue inundada. Los servicios de defensa civil alertaron sobre "riesgos de nuevos deslizamientos de terreno", mientras que los de meteorología anuncian lluvias hasta mañana.
Ayuda de Lula. El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva prometió enviar aviones de la fuerza aérea para encaminar la ayuda a los damnificados.
"Nos hará falta un año y medio o dos para reconstruir la infraestructura destruida. En el sur de la ciudad, todos los puentes cedieron", dijo el martes el alcalde de la turística Blumenau, Joao Paulo Kleinübing.
En la ciudad las clases fueron suspendidas en las escuelas, y el bote se convirtió en el único medio de transporte posible en algunas de sus calles. En algunas zonas totalmente aisladas la ayuda llega solo por helicópteros.
Las lluvias dañaron una de las vías del gasoducto Brasil-Bolivia, dejando así sin gas a una parte de Santa Catarina y del vecino estado de Rio Grande do Sul.
La tormenta también causó graves perjuicios económicos, al cerrar virtualmente los accesos a áreas turísticas de Santa Catarina -como el balneario Camboriú, una de los destinos preferidos por los viajeros argentinos a Brasil- y al damnificar dos tramos del gasoducto Bolivia-Brasil que pasan por la ciudad de Joinville.
Dirigentes del ente petrolero estatal Petrobras estimaron en tres semanas el tiempo necesario para reparar el problema, que llevó la empresa a interrumpir el suministro de gas natural a varias industrias de Santa Catarina y del vecino estado de Río Grande do Sul y a dirigir el energético disponible prioritariamente a hospitales y residencias.

Agencias AFP y DPA 

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