viernes, 23 de marzo de 2012

Los golpistas cierran el espacio aéreo y las fronteras terrestres de Malí


Han suspendido la Constitución e impuesto toque de queda
El presidente buscó refugio en la embajada de EEUU
El palacio presidencial ha sido saqueado y hay actos de pillaje


Sigue la tensión en Malí. Los militares que este miércoles perpetraron el golpe de Estado contra el presidente, Amadou Toumani Toure, han dispuesto el cierre del espacio aéreo y las fronteras terrestres del país, según confirmaron fuentes próximas a los golpistas.

Anoche, al menos 50 miembros de la guardia presidencial murieron en los combates con los golpistas en los alrededores del palacio presidencial, según fuentes de protección civil. Y este jueves, al menos otro militar ha fallecido y otras 40 personas han resultado heridas.

La medida la ha tomado el autoproclamado Comité Nacional para el Restablecimiento de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE), bajo el que se agrupan los golpistas, y permanecerá en vigor al menos hasta el próximo martes, indicaron las fuentes. El aeropuerto internacional de Bamako, la capital de Malí, permanece cerrado desde ayer, miércoles, y desde entonces ningún vuelo ha despegado o aterrizado allí.

La pasada madrugada, el CNRDRE, presidido por el capitán Amadou Haya Sanogo, mostró que su intención no es hacerse con el poder sino entablar un diálogo con los partidos de la oposición. Sobre todo quieren más medios para hacer frente a la rebelión tuareg que estalló el pasado 17 de enero en el norte del país y que ya se ha hecho con el control de media decena de localidades y de la base militar de Tessalit. Los soldados rechazan ser movilizados para participar en los enfrentamientos entre el Ejército y las fuerzas independentistas tuareg.

Discurso

En un discurso televisado, los militares justificaron su acción alegando el "clima de inseguridad" en el país y la "incapacidad del régimen para combatir el terrorismo".

Hasta nueva orden, se ha suspendido la Constitución, se han disuelto todas las instituciones del Estados y se ha impuesto el toque de queda, según señaló el subteniente Amadaou Konare, portavoz de los sublevados. Toure fue derrocado por su "incapacidad de solucionar la crisis en el norte de Malí", dijo en relación a los combates entre los rebeldes tuareg y las tropas del gobierno en esa zona del país.

Durante la alocución, Konare estuvo rodado por unos 20 rebeldes en uniforme militar, que pretenden ahora, según dijo, deliberar con países vecinos y organizaciones internacionales los próximos pasos.

La administración ha quedado paralizada, aunque el CNRDRE ha pedido a todos los funcionarios que se reincorporen a sus puestos a partir del próximo martes y todo aquel que no cumpla esta disposición será suspendido del servicio.

Varias decenas de soldados han tomado posiciones en la zona de los ministerios en Bamako, mientras que la junta militar ha ordenado a las tropas que patrullan por las calles que se abstengan de hacer disparos al aire y mantengan una actitud calmada.

¿Dónde está el presidente?

El miércoles, los soldados tomaron el edificio de la televisión y la radio estatal. Seguidamente asaltaron el palacio presidencial. Varios ministros fueron detenidos, informó la página web maliactu.net. También en la ciudad de Gao, en el norte del país, los soldados se amotinaron y tomaron a varios superiores como rehenes. Fuentes de los golpistas han manifestado los líderes del ejército leal al presidente permanecen bajo "arresto domiciliario" en la ciudad de Gao (al noreste del país).

Mientras, el presidente, de 63 años, buscó refugio en la embajada estadounidense de la capital Bamako, según informó este jueves la página web Malijet. Este jueves los golpistas han afirmado que "está bien" y en un "lugar seguro", aunque no precisaron si se encuentra en Malí o ha abandonado el país. "El presidente está bien, así como los tres ministros que permanecían retenidos en un cuartel", según anunció un militar, quien añadió que algunos miembros del gobierno han sido detenidos, aunque no especificó ni su número ni su paradero.

El palacio presidencial, tomado anoche al asalto, ha sido saqueado, en tanto que en diversas zonas de la capital se han producido actos de pillaje y se han oído tiroteos.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/22/internacional/1332433510.html

jueves, 22 de marzo de 2012

Condena internacional al golpe militar en Mali


Los militares de Mali que derrocaron este jueves al gobierno del presidente Amadou Toumani Touré son objeto de una fuerte condena internacional.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se sumó a las peticiones de que regrese el orden constitucional, y el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo aseguran estar suspendiendo algunas operaciones.
Un portavoz de los rebeldes de Mali dijo que los soldados restaurarán la democracia tan pronto como se les asegure la unidad nacional y la integridad.
El paradero del presidente, Amadou Toumani Touré, aún se desconoce. El líder del golpe de Estado, sin embargo, dijo a través de la televisión nacional que el presidente goza de buena salud.

http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2012/03/120322_ultnot_mali_golpe_militar_condena_en.shtml

lunes, 19 de marzo de 2012

Fricciones


Por José Natanson

La caída del Muro de Berlín en 1989 y la disolución del campo soviético abrieron el espacio para el ascenso de un nuevo tipo de izquierda, que es la que hoy gobierna casi todos los países latinoamericanos y todos, salvo Colombia y Chile, los de Sudamérica. La paradoja de una izquierda nueva que nace cuando la vieja izquierda muere es solo aparente: el fin de la competencia bipolar de la Guerra Fría habilitó la llegada al poder de partidos y líderes que en el pasado hubieran sido bloqueados por Estados Unidos mediante la desestabilización (como en Bolivia), la guerra mercenaria (Nicaragua), la invasión (República Dominicana) o el golpe de Estado (el Chile de Allende).
A esta novedosa distensión geopolítica hay que sumar un factor de orden interno, el fracaso del neoliberalismo, que falló a la hora de combatir males endémicos latinoamericanos como la pobreza y la desigualdad (algo que, en verdad, nunca había prometido) pero que sobre todo no logró cumplir los objetivos que sí se había propuesto: como demostró espectacularmente el caso argentino, el Consenso de Washington no consiguió en ningún país de la región –la única excepción, y discutible, sería Chile– estabilizar la economía ni relanzar un ciclo de crecimiento sostenido. El drama del neoliberalismo es que fracasó en sus propios términos.
Como las personas, el cambio político nace a partir de la fricción. En América Latina, fue el malestar social generado por las recetas neoliberales, que en casos como Argentina, Bolivia y Venezuela derivó en puebladas seguidas de represiones violentas, lo que hizo que cada vez más países comenzaran a explorar caminos alternativos, en lo que Rafael Correa definió no como una época de cambios sino como un verdadero cambio de época. A diez años del inicio de este nuevo ciclo, es posible arriesgar un primer balance.
Veamos.

Una mirada general

Desde el punto de vista económico, el balance es positivo. Tras la “década perdida” de los 80 y la “media década perdida” de la segunda mitad de los 90, la región recuperó niveles de crecimiento inéditos desde los 70. Según la Cepal, América Latina creció 4,4 por ciento promedio entre 2003 y 2011. Con ello, los nuevos gobiernos progresistas demostraron que son capaces de garantizar la gobernabilidad económica, es decir, evitar que la economía vuele por los aires, algo que ahora parece muy natural pero que era el fantasma más temido antes de la llegada al poder de líderes como Lula o Evo Morales.
En un artículo fundacional sobre el tema, acertadamente titulado “La macroeconomía de la bonanza” (1), José Antonio Ocampo atribuye este auge a la convergencia de factores externos (los altos precios de las materias primas y, durante varios años, las buenas condiciones de financiamiento internacional) e internos (el manejo del tipo de cambio y las políticas anticíclicas). Viento de cola, entonces, junto a una inteligente gestión macroeconómica.
Pero lejos de limitarse a garantizar altas tasas de crecimiento, los nuevos gobiernos produjeron también avances sociales sustantivos. Nuevamente según la Cepal, la pobreza disminuyó de 44 por ciento en 2002 a 32,1 en 2010, lo que la sitúa por debajo del nivel anterior al del inicio de la crisis de la deuda de los 80. Y como no se trata de contar caramelos sino de la vida de las personas, agreguemos que esto significa que nada menos que 44 millones de latinoamericanos dejaron de ser pobres en este período. La explicación habrá que buscarla en los programas de transferencia de ingresos, el más importante de los cuales, el brasilero Bolsa Familia, llega hoy a 12 millones de hogares, casi 50 millones de personas, lo que lo convierte en el plan social más masivo ¡del mundo! (ni China ni India cuentan con programas de estas características). En cuanto a la desigualdad, también disminuyó, aunque a un ritmo inferior al de la pobreza: según la Cepal, el índice Gini se redujo un promedio de 1 por ciento entre 2002 y 2010.
Aunque últimamente se ha puesto de moda calcular la política, y ahí están los politólogos que cuentan obsesivamente partidos o bancas parlamentarias, medir los avances y retrocesos institucionales es tan difícil como cuantificar el amor o la poesía. Lo que sí se puede afirmar es que –también contra lo que muchos pensaban–los gobiernos de izquierda lograron mantenerse en el poder pese al rechazo de grandes poderes fácticos, de los empresarios y la Iglesia a los medios (o quizás, es otra forma de verlo, debido a ello). En todo caso, estamos ante “ciclos políticos largos”, que a veces (Uruguay, Brasil) se sostienen en la continuidad de un mismo partido en el poder y otras (Venezuela, Bolivia, Ecuador) en la continuidad de la misma persona. Como sea, la izquierda demostró que además de gobernabilidad económica puede garantizar estabilidad política.




Mil colores

Pero quizás lo más interesante es que a esta altura ya es posible ver los matices nacionales de una izquierda verdaderamente multicolor. Algunas características notables, elegidas al azar, podrían ser las siguientes: Venezuela, quizás el caso más comentado y menos comprendido de todos, combina la continuidad exacerbada del típico rentismo petrolero con algunas políticas, muy importantes pero en franco declive, de contención social, en el marco de un gobierno de indiscutible origen democrático cargado de no menos indiscutibles inclinaciones autoritarias. Venezuela no contempla límites institucionales al ejercicio perpetuo del poder, lo que significa que Chávez puede permanecer en el gobierno tanto tiempo como su pueblo lo vote, lo que marca una diferencia con el resto de la región y emparenta a su país con las instituciones europeas (aunque en aquel caso se trata de democracias parlamentarias).
El éxito alcanzado por Brasil en temas tan variados como la lucha contra la pobreza y la exploración ultramarina de petróleo, la gestión urbana o la construcción de prestigio internacional, es consecuencia de un proyecto de largo plazo que se sostiene en tres exitosas transiciones: la democrática (cuyo pilar es la “Constitución ciudadana” de 1988), la económica (cuya base es el Real como garantía de estabilidad) y la social (con el Bolsa Familia como emblema de una larga serie de políticas). Parte de una tendencia geopolítica más amplia al ascenso de los países-continente (China, India, Rusia), Brasil es el único Estado latinoamericano capaz de convertirse en una potencia mundial.
El caso de Bolivia es diferente al resto por el carácter de “revolución simbólica” que implicó la llegada al poder de Evo Morales, el primer presidente aymara de un país en donde la población que se autodeclara indígena llega al 62 por ciento (2). Como queda claro al leer la entrevista incluida en esta edición de el Dipló, el presidente boliviano le imprimió a su gobierno un estilo muy propio, que no se limita a las costumbres de campesino de comenzar la jornada a las cinco de la mañana sino que se refleja también en una posición de intransigencia total frente a los (en verdad pocos) casos de corrupción que han aparecido, el más notable de los cuales es el protagonizado por Santos Ramírez, amigo personal de Evo Morales, quien fue padrino de la boda de su hija, y ex director de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB), condenado a 12 años de prisión por recibir una coima. El jacobinismo boliviano en materia de corrupción marca una diferencia crucial con países como Venezuela o Argentina.

Otro tiempo

El estallido de la crisis mundial en septiembre de 2008 produjo un hecho que, en medio de la psicosis financiera y la vorágine de los mercados, pasó curiosamente desapercibido: por primera vez, el mundo en desarrollo superó en capacidad económica a los países avanzados. Como se aprecia en el gráfico, el producto global bruto de las 23 economías desarrolladas fue ese año el 47,2 por ciento del total mundial (3). Aunque buena parte de este fenómeno se explica por el crecimiento imparable de China e India, América Latina, liderada por Brasil, contribuyó a ello.
Este notable reequilibrio del planeta a través de brechas que se reducen se profundizó a partir de la segunda etapa de la crisis mundial, que afecta sobre todo a Europa, y todo indica que con el paso del tiempo se irá consolidando: el Banco Mundial estima que en los próximos dos años el crecimiento de las economías del Sur será cuatro puntos mayor al de las más avanzadas.
Pero conviene tener cuidado con el optimismo desmesurado. Por el impacto de la recesión europea y la desaceleración de China, las condiciones económicas mundiales están cambiando aceleradamente. La Cepal, de hecho, estima un crecimiento de la región de 3,7 para 2012. Nuevas fricciones asoman en el horizonte: Evo Morales tuvo que enfrentar una mini rebelión popular cuando intentó recortar los subsidios sobre los combustibles, Brasil anunció un ajuste de 32 mil millones de dólares para mantener en orden el frente fiscal y garantizar los altísimos pagos de la deuda, el gobierno peruano tiene que lidiar todos los días con las protestas ambientalistas, y Argentina ha visto reaparecer la restricción externa, mal endémico nacional que se pretende resolver con el método más bien tosco de pisar las importaciones una por una.
En el caso argentino, parece evidente que algunos problemas que se encuentran en el centro del debate público actual, como los conflictos con la CGT por la suba de salarios, los recortes de subsidios o las tensiones con algunos gobernadores, se deben a un entorno económico menos favorable que el del pasado, que pone un límite a la nominalidad salarial, presiona sobre las cuentas fiscales y valoriza cada uno de los dólares que ingresan, provengan de la soja, la carne o el oro.

1. Revista de la Cepal, Nº 93, diciembre de 2007.
2. Datos del censo del 2001
3. Banco Mundial, World Economic Indicators 2011.


© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

http://www.eldiplo.org/153-hay-que-acabar-con-los-usureros-internacionales/fricciones

sábado, 17 de marzo de 2012

Presidente de Pakistán elogia "hito" democrático


El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, se dirigió a ambas cámaras del parlamento en el inicio de un nuevo período legislativo que calificó como un "hito" en la historia del país.
El nuevo período marca el tiempo más prolongado en que Pakistán ha tenido tanto un presidente democráticamente electo como un gobierno permanente desde que el país obtuvo su independencia en 1947.
Zardari subrayó que era "el presidente electo" que más veces había comparecido ante una sesión conjunta del parlamento, cinco desde que asumió el cargo en 2008 en sustitución del exjefe del ejército Pervez Musharraf.
"El mundo puede ver que la democracia avanza", dijo.
"En esta legislatura veremos elecciones libres y justas", agregó en referencia a los comicios previstos para 2013.

Economistas a sueldo


LA CRISIS SEGÚN LOS “EXPERTOS”


Por Renaud Lambert*

Presentados como universitarios o periodistas independientes, muchos economistas encarnan en el espacio mediático, bajo la apariencia de neutralidad, el punto de vista liberal. ¿Serían igualmente creíbles sus diagnósticos si se revelara que muchos de estos expertos trabajan directamente para bancos o instituciones financieras?


Lo llaman el “efecto Drácula”: al igual que el célebre vampiro de los Cárpatos, los acuerdos ilegítimos no resistirían su exposición a la luz del día. Así, la revelación en 1998 del Acuerdo Multilateral sobre Inversiones (AMI), negociado secretamente para profundizar la liberalización económica, condujo a su desintegración.
Esta vez, la controversia atañe a la colusión entre economistas e instituciones financieras. Muchos universitarios invitados por los medios de comunicación para aclarar el debate público, pero también investigadores contratados como asesores por los gobiernos, son efectivamente remunerados por bancos o grandes empresas. ¿Puede un experto preconizar, “con total independencia”, la desregulación financiera, cuando ocupa simultáneamente el cargo de administrador de un fondo de inversión?
Estas relaciones peligrosas, fuentes de conflictos de intereses, no son secretas. Pero sus beneficiarios se cuidan bien de hacerlas públicas. Antes del cataclismo de 2008, todos se adaptaban al equívoco: los periodistas exhibían a sus especialistas supuestamente neutrales, quienes embolsaban los dividendos de su ubicuidad bajo la forma de una creciente notoriedad y de dinero contante y sonante. Pero, desde el cataclismo de 2008, los economistas y sus amigos no pasan desapercibidos. ¿Podrá más el efecto Drácula que esta forma intelectual de prevaricación? ¿Bastará con darla a conocer públicamente para vencerla? Tal es la apuesta de la prestigiosa Asociación Económica Estadounidense (American Economic Association, AEA).
Desde comienzos de este año, los artículos publicados en las revistas científicas miembros de la asociación deben revelar los eventuales conflictos que involucren a sus autores. Los economistas deberán así identificar y mencionar a “las ‘partes interesadas’ (1) que les hayan pagado una remuneración económica importante, es decir, por un monto total mayor o igual a 10.000 dólares, en los últimos tres años” (comunicado del 5 de enero de 2012). La medida se aplicará también a las sumas percibidas por “familiares”. A la cabeza de algunas de las más prestigiosas revistas de la disciplina, la venerable AEA –a punto de festejar su centésimo trigésimo aniversario– no es muy propensa a los caprichos. Su decisión causó gran sorpresa.
Tras el éxito del documental de Charles Ferguson Inside Job, la irritación se hizo palpable. Los emolumentos de algunos asesores cercanos al presidente Barack Obama implicados en la liberalización del sector bancario habían generado interrogantes en la opinión pública. Es el caso de Lawrence Summers, director del Consejo Económico Nacional (National Economic Council, NEC), que recibió 5,2 millones de dólares, entre 2008 y 2009, del fondo especulativo D. E. Shaw, y hasta 135.000 dólares por sus conferencias, la mayoría de las veces organizadas por empresas financieras, sin contar sus artículos (numerosos) en Financial Times. La cólera también crecía en las filas de la profesión. A lo largo de 2011, nos explica George DeMartino, de la Universidad de Denver, “una serie de estudios científicos demostró que los conflictos de intereses constituían la regla en lugar de la excepción”. El 3 de enero de ese año, por iniciativa de los profesores Gerald Epstein y Jessica Carrick-Hagenbarth, una carta abierta daba la voz de alarma, instando a la AEA a actuar. Fue firmada por más de trescientos economistas, entre ellos George Akerlof, galardonado con el premio del Banco de Suecia en ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel, y Christina Romer, ex asesora del presidente Obama. Doce meses más tarde, eran escuchados.
Pero al eco de esta reacción ética le cuesta atravesar el Atlántico (2)... En Le Monde del 1º de febrero, el economista Olivier Pastré despotricaba contra los proyectos de abandono de la moneda única europea. Se fijaba un objetivo: “Explicarle a los franceses más débiles y sumisos a la desinformación cuáles son los riesgos del abandono del euro” (3). El vespertino presentaba al autor como “profesor de economía de la Universidad de París-VIII”. Ahora bien, Pastré también preside el banco tunecino ImBank. E integra los directorios del banco CMP, la Asociación de Directores de Bancos, así como del Instituto Europlace de Finanzas. Sin embargo, es el “profesor universitario” quien participa cada sábado por la mañana en el programa de France Culture “L’Économie en questions”, del cual es coproductor.

Opiniones desinteresadas

“He aquí un ejemplo perfecto del tipo de situación que nos llevó a reaccionar”, comenta el profesor Michael Woodford, miembro del consejo directivo de la AEA, cuando le presentaron este caso. En efecto, la asociación exhorta “al conjunto de economistas a aplicar los mismos principios a todas las publicaciones: diarios académicos, editoriales, artículos de prensa, comentarios difundidos por radio o televisión”. “En este caso creo que los lectores tienen derecho a saber si el especialista en cuestión defiende un análisis o los intereses de la institución para la cual trabaja”, continúa Woodford. En su artículo del 1º de febrero, Pastré aseguraba que en la hipótesis de una salida del euro, los bancos “verían explotar el costo de su endeudamiento a corto y largo plazo”, preocupándose por una eventual “caída de su rentabilidad”.
Para Patrick Artus, director de investigación económica del banco Natixis y director de Total, la tesis defendida por Woodford “tiene sentido en Estados Unidos y en Reino Unido. Pero realmente no creo que pueda aplicarse a la eurozona”, ya que “el número de economistas ligados a las finanzas es allí muy bajo en comparación con el del mundo anglosajón” (4). Un pequeño grupo, quizás... pero muy representado entre los especialistas mediáticos.
3 de noviembre de 2011. El programa matutino de France Inter analizaba los objetivos de la reunión del G20 que se celebraría en Cannes. ¿Quién fue el invitado? “Jean-Hervé Lorenzi, presidente del Círculo de Economistas”. Rara vez presentada, esta asociación agrupa a Jean-Paul Betbèze (economista jefe del Crédit Agricole), Laurence Boone (economista jefe de Merrill Lynch), Anton Brender (economista jefe de Dexia Asset Management), Patrick Artus, Olivier Pastré, etc. Unos días más tarde, en la misma radio pública, el programa “Le Téléphone sonne” “sacaba las conclusiones” de la reunión. Frente al micrófono, “Jean-Hervé Lorenzi, presidente del Círculo de Economistas”.
Fue también en ese carácter que Lorenzi, asesor además del candidato socialista a las elecciones presidenciales, François Hollande, analizaba el mercado inmobiliario en Les Echos, la caída de las Bolsas en Europe 1 o el “fabuloso destino de Francia” en RTL (5). Sin embargo, esta tarjeta de presentación omite algunos detalles. Lorenzi integra los directorios de PagesJaunes, Associés en finance, Asociación Francesa de Operadores de Telefonía Móvil (AFOM), BNP Paribas Assurance. Es además auditor de Euler-Hermes, miembro de los consejos de vigilancia de la Compañía Financiera Saint-Honoré, BVA, el Grupo Ginger y asesor del directorio de la Compañía Financiera Edmond de Rothschild.
Christian Saint-Étienne, por su parte, se presenta en France 24 como profesor del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios (CNAM) y como economista y analista político en las columnas de Le Point. Nunca como asesor científico de Consejo Estratégico Europeo S.A., una consultora en gestión de patrimonio. Elie Cohen, también asesor de Hollande, es “director de investigación” del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y profesor de ciencias políticas en France Inter o Le Figaro. Nunca miembro del directorio de las empresas PagesJaunes o EDF Energies nouvelles. ¿Jacques Mistral? Economista en las columnas de Le Monde y en France Culture, o director de estudios económicos del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI) en el programa “C dans l’air” (France 5). Nunca director de BNP Paribas Assurance. Daniel Cohen, asesor de Martine Aubry, se muestra más discreto sobre su título de senior adviser del banco Lazard –que asesora, por ejemplo, al gobierno griego en la renegociación de su deuda– que cuando se trata de recordar su cargo de profesor de ciencias económicas en la Escuela Normal Superior y la Universidad de París-I.
Primas de asistencia a los directorios de grandes empresas (un promedio de 35.000 euros por mandato para las empresas del CAC 40, y la mitad para las demás sociedades que cotizan en Bolsa, según las cifras del Instituto Francés de Administradores, IFA); conferencias privadas (que Lorenzi, por ejemplo, factura en 6.600 euros), redacción de informes remunerados... Al igual que sus colegas estadounidenses, los economistas franceses “disponen de numerosos medios para ganar mucho, mucho dinero. Sin embargo, saben mejor que otros que nada es gratis, que todo beneficio implica un costo. Y el costo aquí es la pérdida de independencia”, observa DeMartino.
“Esto me huele a los años 30. La cuestión es saber si el modo en que uno se gana la vida influye en sus opiniones. Y no es el caso”, protesta Lorenzi. Después de todo, podrían alegar que 2+2=4, ya sea que uno escriba en nombre de una universidad o de un banco. “Sin duda alguna –responde Woodford con una sonrisa–. Pero la mayoría de las cuestiones a las que se enfrentan los economistas atañen a apreciaciones más sutiles. Y no hay que engañarse: nuestros debates tienen un impacto directo en algunos intereses privados”. ¿Habría que inferir, junto con la profesora Deirdre McCloskey, de la Universidad de Illinois, que puede suceder que algunos “economistas se comporten como abogados, defendiendo tal o cual punto de vista, independientemente de los hechos”? (6). ¿O, para decirlo de otra manera, que, interesados en el resultado, a veces traten de convencer de que 2+2=5?

Una profesión privilegiada

Ferguson, el realizador del documental Inside Job, dialogó con el economista Frederic Mishkin, de la Columbia Business School:
–Ferguson: En 2006 usted fue coautor de un estudio sobre el sistema financiero islandés que señalaba: “Es un país desarrollado, dotado de excelentes instituciones. Poca corrupción, Estado de derecho, economía convertida a la liberalización financiera. Reglamentación y control prudenciales de calidad”.
–Mishkin: Ahí estaba el error [en 2008, la economía islandesa se derrumbaba, NDLR]. Resultó que la reglamentación y el control prudenciales no eran satisfactorios.
–¿Qué le hizo creer lo contrario?
–Uno se remite a la información de la que dispone. Y la opinión general quería que Islandia tuviera excelentes instituciones y fuera muy desarrollada.
–¿Quién se lo dijo? ¿Qué investigaciones realizó?
–Uno habla con gente, confía en el Banco Central que, finalmente, no estuvo a la altura de las circunstancias.
–¿Por qué confió en el Banco Central?
–Uno se remite a la información que tiene.
–¿Cuánto le reportó?
–Me pagaron... El monto es de conocimiento público.
Mishkin recibió 124.000 dólares de la Cámara de Comercio Islandesa para realizar su estudio.
–En su CV, el título del informe ‘Estabilidad financiera en Islandia’ fue cambiado por ‘Inestabilidad financiera en Islandia’...
–Ignoro por qué, pero... Tal vez sea un error de tipeo.

Abogado consagrado a su cliente o científico equivocado, la diferencia a veces resulta sutil. Ahora bien, como señala DeMartino: “los economistas gozan de un privilegio que otras profesiones no tienen: nunca se les pide que rindan cuentas de sus errores”. Sin embargo, los cometen.
El 17 de agosto de 2007, la crisis de las subprime acababa de iniciarse en Estados Unidos. Elie Cohen ya anunciaba su fin: “En pocas semanas el mercado se recompondrá y los negocios volverán a ser como antes”, aseguraba (LeMonde.fr). Seis meses más tarde, en Direct 8, Alain Minc, banquero de negocios y asesor de Nicolas Sarkozy, se entusiasmaba ante “la increíble plasticidad del sistema”: “Nos dijeron que se regularía con una habilidad tal que se evitaría una crisis, que hubiera podido ser de la dimensión de las tres grandes crisis financieras que se conocieron en el pasado. Sin embargo, es en el fondo un universo muy resiliente”. ¿Veredicto? “La economía mundial está bien administrada” (8 de enero) (7).
El mismo año, Lorenzi anunciaba tener “la convicción de que el diagnóstico de los bancos centrales fue rápido, justo y efectivo. En una crisis del mercado interbancario, supieron con talento evitar la catástrofe; en este caso, evitaron en Estados Unidos la quiebra de los bancos hipotecarios y permitieron a grandes instituciones bancarias en verdadero peligro recuperar, sin riesgo de liquidez, una parte de sus productos titularizados” (8). Apenas publicadas estas declaraciones, el banco Lehman Brothers se hundía, arrastrando con él una parte del sistema financiero mundial. En cuanto a Artus, redactor grafómano de Flash Economie en Natixis (un promedio de cinco artículos por día), proclamaba en Challenges, el 28 de agosto de 2008 –¡dos semanas antes del crac!–: “El caso de las subprime quedó atrás”. Más tarde, despotricaría contra la idea de que los bancos paguen más impuestos y sigan financiando economías debilitadas por la crisis. “No se puede pedirle todo a los bancos”, titulaba el empleado de Natixis en su Flash Economie del 18 de agosto pasado.

Ni de izquierda ni de derecha: banquero

Cabría preguntarse sobre la relación entre tales errores de juicio y las remuneraciones que perciben sus autores. O exigir, junto con Epstein, que los economistas sean “responsables frente a sus colegas, la prensa, sus estudiantes, los ciudadanos” (9). Pero, ¿es necesario fingir sorprenderse de que un banquero defienda los intereses de los banqueros? Ahora bien, es en estos términos que Lorenzi, por ejemplo, considera su actividad: “Soy lo que se denomina un senior banker –explicaba recientemente–. Trato, en general, de desarrollar los negocios correspondientes a las diferentes actividades de la Compañía Financiera Edmond de Rothschild” (10). ¿Acaso Pastré y él tienen un objetivo en mente cuando, en su libro Droite contre gauche? Les grands dossiers qui feront l’élection présidentielle, publicado recientemente, ordenan a sus lectores a “renunciar a las ilusiones sobre el Estado protector”, “hacer finalmente la apuesta audaz en favor del mercado” y, sobre todo, evitar “realizar juicios demasiado apresurados” sobre la industria bancaria?
“Llegado el momento –temía en noviembre pasado Jean-Pierre Jouyet, presidente de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) y ex secretario de Estado encargado de los asuntos europeos de Sarkozy–, los ciudadanos se rebelarán contra la dictadura de hecho [de los mercados]” (11). Pero ¿acaso los “mercados” no ejercen ya su influencia hasta en el seno de la AMF, que supuestamente los regula? Puesto que, ¿quiénes asesoran a la autoridad que preside Jouyet? Los mismos: Olivier Davanne (co-gerente de Groupama Risk Premium), Olivier Garnier (director adjunto de Société Générale), Ruben Lee (presidente director general de Oxford Finance Group), Artus, Pastré, etc.

Regresemos a Estados Unidos, donde Ferguson entrevista a John Campbell, director del departamento de economía de Harvard:
–Ferguson: Un investigador en medicina escribió un artículo que dice: “Para curar esta enfermedad, debe recetarse tal medicamento”. Resulta que ese médico recibía el 80% de sus ingresos del fabricante de dicho medicamento. ¿No le molesta?
–Campbell: Pienso que, por supuesto, es importante revelar... los eh... eh... Es un poco diferente de los casos que mencionamos aquí, ya que... eh...
La pertinencia de la analogía tampoco resulta evidente para Barbara Frugier, directora adjunta de comunicación de la AMF. “Mire, no conozco la industria farmacéutica”, interrumpe. Antes de continuar: “De hecho, no veo bien adónde quiere llegar. Para mí, es normal recibir información de aquellos que tienen los conocimientos”. Sin embargo, según el sitio de la autoridad, el colegio –encargado, entre otras cosas, de fijar el presupuesto de la institución y dictar los reglamentos interno y general– está, a diferencia del Consejo Científico, “sometido a reglas deontológicas y de prevención de conflictos de intereses”.
Cuando fue ascendido del segundo al primer cenáculo, en junio de 2011, el economista Christian de Boissieu, además presidente del Consejo de Análisis Económico (CAE), fue invitado a abandonar su cargo de asesor del fondo especulativo HDF Finance, de Ernst & Young, así como su cargo en el comité de auditoría del banco Neuflize OBC, del que sigue siendo miembro del consejo de vigilancia. “Mientras espero abandonar muy pronto ese consejo –explica–, me eximo (salgo de la sala y no participo de ninguna manera en las deliberaciones) cuando en la AMF se tratan cuestiones relacionadas, directa o indirectamente, con este banco”.
Loables, las disposiciones de la AMF y de Boissieu, ¿acaso no constituyen una reprobación implícita respecto de aquellos que no adopten medidas similares? Comenzando, por ejemplo, por los medios de comunicación.
Periodista de France Info, Jean Leymarie recibió a Lorenzi el 16 de diciembre de 2009, el 24 de noviembre de 2010 y el 29 de junio de 2011. ¿Conoce el cargo de su invitado en el seno de la empresa Rothschild? “¡Sí, por supuesto!”. Y sin embargo, no lo menciona al aire. “Nuestros oyentes no son idiotas. Lo saben”. Pero, ¿cómo lo sabrían, si sus colegas adoptan generalmente la misma actitud, a pesar de que conocen perfectamente los múltiples cargos de sus invitados?
Fue con conocimiento de causa que Jean-Marc Sylvestre invitó a Lorenzi a LCI (24-4-10), para mencionar los peligros de una mayor regulación del sector bancario; que Yves Calvi cedió la palabra a Michel Godet y a Saint-Etienne para explicar la inevitabilidad de las políticas de rigor, en su programa “C dans l’air”, en France 5 (9-11-1); o que Financial Times ofreció sus columnas a Summers para analizar las consecuencias de la “crisis del capitalismo” (8-1-12). ¿Es necesario escuchar atentamente las respuestas cuando se hacen esas preguntas a esos invitados?
La información de los oyentes no sufriría tal vez una amputación tan grave si la prensa dedicara más espacio –algunas líneas, algunos segundos de aire– a una presentación completa de sus especialistas. “Sería además tan simple que me sorprende que aún no suceda”, nos responde el economista Hubert Kempf, presidente de la Asociación Francesa de Ciencias Económicas (AFSE), reputada de “ortodoxa”. ¿Desea su organización interpelar a sus miembros sobre la cuestión de los conflictos de intereses? “Tal vez organicemos una mesa redonda en nuestro próximo Congreso”, en julio próximo. ¿Y del lado de la Asociación Francesa de Economía Política (AFEP), creada hace dos años para promover mayor pluralismo en el seno de la profesión? “Todavía no formalmente, aunque exista aquí a priori consenso sobre la cuestión”, nos señala Nicolas Postel, secretario de la asociación. “Pero considerar que el problema se limitaría a la cuestión de los conflictos de intereses constituye, para mí, un error”. agrega.

El rol de los medios

Otro ejemplo. En su edición del 14 de febrero, Le Monde publicó en la sección “Internacional” un análisis de la crisis griega. La periodista Claire Gatinois menciona allí a diversos economistas, todos directamente vinculados al mundo de las finanzas. Ahora bien, no existen aquí conflictos de intereses: las funciones están claramente identificadas. ¿Christopher Probyn? “Economista jefe de State Street, grupo financiero con sede en Boston” (mencionado tres veces). ¿Natacha Valla? “Economista de Goldman Sachs” (mencionada tres veces). ¿Jesús Castillo? “Economista de Natixis”. Sin contar “los especialistas de UBS”. Sin duda, estima, los “economistas de bancos” son los que están mejor posicionados para analizar una crisis como la que sacude a Grecia.
“¿Por qué lo estarían? – objeta Postel–. Sobre un tema como éste, no se espera de los medios de comunicación un desarrollo muy técnico de mecanismos financieros oscuros, sino las preguntas esenciales sobre el estatuto de la deuda del país: ¿es legítima? ¿De dónde viene? Y, en ese terreno, los economistas de bancos no son necesariamente los más competentes”.
¿Es posible imaginar a un economista de Goldman Sachs afirmando que la crisis griega es ante todo consecuencia de una deuda ilegítima que no habría que pagar? “No, eso me parece muy poco probable –reconoce Gatinois–. Para este artículo pensé que era interesante entrevistar a economistas de bancos, más bien liberales, para mostrar que ellos también están preocupados por la situación griega”. En suma, se trataba de presentar –una vez al año no hace daño– el punto de vista liberal.
En la gran prensa parece más común este tipo de reflejo profesional que la idea de entrevistar, por ejemplo, a representantes sindicales, quienes están al menos tan informados sobre los mecanismos y las consecuencias del drama social actual como los economistas liberales. En el mes de octubre pasado, por ejemplo, Gatinois cedió la palabra a cuarenta economistas, grupos de economistas o similares. Veintinueve trabajaban directamente para bancos o instituciones financieras. Tres se expresaban en nombre de sindicatos. Entre el 1 de septiembre de 2008 y el 31 de diciembre de 2011, Le Monde mencionó a Artus –director de investigación del banco Natixis– en ciento cuarenta y siete artículos (firmó además cuatro columnas de opinión). Más seguido que a Jacques Attali (ciento treinta y dos artículos) y Alain Minc (ciento dieciocho). Y mucho más que a Jean Gadrey (cinco artículos sobre cuestiones económicas) y Frédéric Lordon (cuatro) (12). Proporción similar a la que se observaría en los diarios Libération o Le Figaro, así como en la mayoría de las revistas.
En estas condiciones, ¿basta la transparencia para cambiar la tendencia natural de los profesionales de las finanzas a defender... los intereses de las finanzas?

1. Se define como “parte interesada” a “todo individuo, grupo u organización involucrado financiera, ideológica o políticamente en el contenido del artículo”.
2. El economista Jean Gadrey expuso los datos del problema en su texto “Les liaisons dangereuses”, 21-9-09, http://alternatives-economiques.fr/blogs/gadrey. Esta investigación se benefició con sus consejos así como con el trabajo realizado por François Ruffin en el marco del programa “Là-bas si j’y suis” dedicado a los “economistas guardianes” (France Inter, 2 /3-1-12).
3. Olivier Pastré, “La sortie de l’euro, un suicide”, Le Monde, 1-2-12.
4. Patrick Artus, “Si los economistas subestimaron la crisis, no es por complicidad con los financistas”, Le Monde, 10-9-09.
5. 3-10, 19-8 y 3-4-11, respectivamente.
6. Citado por Ben Casselman en “Economists set rules on ethics”, The Wall Street Journal, Nueva York, 9-1-12.
7. Citado por Gilles Balbastre y Yannick Kergoat en el documental Les Nouveaux Chiens de garde, JEM Productions, 2012.
8. Jean-Hervé Lorenzi, “Qui va payer?”, número especial “Crise financière: analyses et propositions”, Revue d’économie financière, París, 2008, pág. 468.
9. The Wall Street Journal, op. cit.
10. Investisseurs (revista empresarial de la compañía Rothschild), N° 4, diciembre de 2011, págs. 16-17.
11. Entrevista del Journal du dimanche, París, 12-11-11.
12. Recuento realizado por Thomas Vescovi.
* De la Redacción de Le Monde diplomatique, París.

Traducción: Gustavo Recalde 

Nuevos protectorados


LA GRAN CAPITULACIÓN GRIEGA


Por Ignacio Ramonet*

El FMl y el Banco Central Europeo aprobaron un nuevo rescate financiero a Grecia por 130.000 millones de euros. Pero más que de una ayuda se trata de otro paso en el brutal avance del mercado en desmedro de la soberanía de una nación.

l 21 de febrero de 2012 será recordado en Grecia como la jornada de la Gran Capitulación. Ese día, a cambio de la promesa de un segundo plan de rescate financiero, el gobierno heleno aceptó las humillantes condiciones exigidas por el “clan europeo de la triple A” liderado por Alemania: draconianos recortes del gasto público, rebaja del salario mínimo, reducción de las jubilaciones, despido de 150.000 empleados públicos, aumento de impuestos y privatizaciones masivas.
De nada ha servido que los griegos lleven ya cuatro años de terapia de choque y de sacrificios sociales muy duros, ni que hayan tenido que someterse, el pasado 10 de noviembre, a un “golpe de Estado financiero” mediante el cual Berlín impuso, sin ninguna consulta democrática, al banquero Lukas Papademos (ex vicepresidente del Banco Central Europeo) como primer ministro de un gobierno tripartito compuesto por socialdemócratas, conservadores y la extrema derecha.
Esta vez la afrenta ha sido mayor. Lo que se le ha exigido a Atenas es claramente una enorme cesión de soberanía, “probablemente la mayor realizada por un país en tiempos de paz” (1). De hecho, Grecia ha sido colocada bajo tutela europea y dispone ahora, para todo lo que concierne a su presupuesto y su economía, de un estatuto de soberanía limitada.
Se veía venir semejante agresión. Además como una advertencia a los otros países en dificultad de la zona euro, entre ellos España. En julio de 2011, Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo (2), ya había alertado: “La soberanía de Grecia será enormemente restringida” (3). Y el 27 de enero pasado el diario británico Financial Times reveló un documento alemán que exigía el envío a Atenas de un comisario con derecho a veto para dirigir el presupuesto público de esa nación y bloquear cualquier gasto no autorizado por sus acreedores. La víspera, en una entrevista del semanario Der Spiegel, el jefe del grupo parlamentario de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU), Volker Kauder, fue aún más lejos: reclamó el envío a Grecia de “funcionarios alemanes que ayuden a construir una administración financiera eficiente”. Cosa que también pidió el propio ministro de Economía alemán, el muy liberal Philipp Rösler.
El ejemplo heleno
A tanto no se ha llegado, pero el acuerdo del 21 de febrero prevé “una presencia permanente en Grecia de una misión de la Comisión Europea” para controlar y vigilar sus cuentas, así como “una presencia reforzada de la troika [Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional] para supervisar permanentemente el pago de la deuda”. Los fondos transferidos en el marco del plan de ajuste serán ingresados en una cuenta bloqueada que sólo gestionará la troika, y no el gobierno griego. Y que únicamente servirá para reembolsar la deuda soberana y no para pagar los salarios de los empleados públicos, por ejemplo, o las pensiones de los jubilados. Los nuevos bonos del Estado heleno no serán de derecho griego sino de derecho británico... En caso de conflicto entre Atenas y los acreedores privados, el litigio será juzgado en Luxemburgo, no en Grecia... Aunque no es oficial, la República helénica ha dejado de ser un Estado soberano.
De modo encubierto, la Unión Europea (UE) ha entrado en una nueva etapa en la que los Estados fuertes (“el clan de la triple A” más Francia) exigen de los demás, y en particular de los Estados de la periferia, un cambio de régimen. No se trata directamente de un estatuto colonial. Pero se asemeja bastante a un tipo de administración que las grandes potencias establecieron durante la era colonial: el protectorado.
Para los colonizadores, el protectorado era una manera de extender su influencia política y económica, y de colocar bajo tutela territorios extranjeros de los que se deseaba extraer las riquezas, sin asumir los inconvenientes y los gastos que acarrea habitualmente una anexión pura y simple. La diferencia con la colonia es que el “Estado protegido” conserva formalmente sus instituciones, pero cede a la “potencia protectora” su política exterior y, sobre todo, su economía y su comercio exterior.
No puede sorprendernos pues que, desde el comienzo en 2008 de la crisis financiera, hayamos asistido, en el seno de la UE, y más particularmente en la Eurozona, a una pérdida manifiesta de soberanía de los Estados más deprimidos (Irlanda, Grecia, Portugal, Italia, España). Ello como fase preliminar del nuevo estatuto de “protectorado europeo”, al que acaba tristemente de acceder Grecia.
Angela Merkel acuñó en septiembre pasado el concepto de marktkonforme demokratie (democracia en conformidad con el mercado). Lo definió de la manera siguiente: “La elaboración del presupuesto del Estado es una prerrogativa fundamental del Parlamento, pero hay que hallar vías para que ese requisito democrático esté en conformidad con el mercado” (4). El mercado es ahora la pauta. Lo cual significa que ya no son los electores los que toman las decisiones legislativas sino las Bolsas, los especuladores y los bancos (5).
Esta nueva filosofía antidemocrática triunfa hoy en Europa. Se está traduciendo ya en normas, leyes y tratados que limitan los márgenes de maniobra de los gobiernos y funcionan como un “piloto automático” para domesticar a las sociedades. A ese respecto, Grecia funciona como un modelo de lo que amenaza a los demás países de la periferia. Y que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) va a establecer, a partir del próximo mes de julio, como norma legal en la Unión Europea.
Concebido por Angela Merkel y aprobado, en principio, por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, el MEDE es un nuevo organismo intergubernamental, una suerte de FMI europeo. Está siendo ratificado por los Parlamentos de los países europeos sin ningún debate público, a pesar de que sus características podrían tener consecuencias nefastas para los ciudadanos. En efecto, el MEDE prevé la concesión de ayudas financieras a países en dificultad, a condición de que cedan soberanía, acepten colocarse bajo la tutela de una troika europea y apliquen despiadados planes de ajuste.
El MEDE está articulado al “Pacto fiscal” adoptado el pasado 30 de enero por 25 de los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Este temible Pacto (cuyo nombre verdadero es “Tratado sobre Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la Unión Económica y Monetaria”) es también una exigencia de Alemania y obligará a los Estados firmantes a incluir en sus Constituciones la llamada “regla de oro”, que impone mantener el déficit estructural anual por debajo del 0,5 % del PIB. Los países que no incluyan en sus Constituciones ese techo de gasto podrán ser denunciados ante el Tribunal de Justicia de la UE por cualquier otro de los miembros.
Karl Marx decía que los gobiernos, en la era industrial, no eran más que los Consejos de Administración de la burguesía. Hoy podríamos decir que, en la Europa “austeritaria” de Angela Merkel, los gobiernos se están convirtiendo en los Consejos de Administración de los mercados. ¿Hasta cuándo?
1. El País, Madrid, 21-2-12.
2. El Eurogrupo coordina y supervisa las políticas y estrategias económicas comunes de los Estados de la zona euro (eurozona). Una vez al mes congrega a los ministros de Economía y Finanzas de esos Estados.
3. Entrevista del semanario alemán Focus, 4-7-11.
4. Declaración a la radio pública alemana Deutschlandfunk, 1-9-11.
5. Léase Rafael Poch, “Un documento alemán pide un comisario para Grecia”, La Vanguardia, Barcelona, 28-1-12.
* Director de Le Monde diplomatique, edición española.

© Le Monde diplomatique, edición española 

A 20 años del mayor atentado contra Israel en A. Latina: "hay profunda tristeza"


Hacía mucho calor el día que le cambió la vida por completo a Lea Kovensky.
Recuerda que estaba emocionada y distraída porque iba a emprender un comercio con su hermana y ese día, al salir de la oficina, iban a comprar la bijouterie que venderían.

Faltaban pocos minutos para las tres de la tarde. A ella le provocó un cigarrillo. Invitó a una colega de trabajo, y se les unió el esposo de ésta, quien estaba de visita. La enorme explosión que ocurrió inmediatamente después nubló todo.
Era el 17 de marzo de 1992. La embajada de Israel en Buenos Aires, donde trabajaba (aún lo hace) Kovensky, fue blanco del mayor ataque a una delegación diplomática judía que se tenga memoria. Murieron 29 personas y unas 200 resultaron heridas.
Una furgoneta cargada de explosivos fue estrellada contra la misión diplomática, destrozando el edificio y provocando graves daños -humanos y materiales- alrededor.
Este sábado se cumplen 20 años del incidente, que aún es considerado el peor ataque contra una representación israelí en el mundo.
También era el más grave atentado de este tipo en América Latina, hasta que dos años después ocurriese una explosión similar en la Asociación Mutual Israelita Argentina, que dejó 85 muertos y cientos de heridos.
Kovensky se convirtó en el retrato de este incidente. Una fotografía de ella, sacada en el lugar de la explosión, es la imagen emblemática del atentado aún hoy en día.
Sin embargo, el ataque, dice, prácticamente le robó instantes en su memoria.
"Lo último que recuerdo es que estaba sentada y salí expulsada hacia atrás y salí volando. Pensé fugazmente que había recibido un shock eléctrico. Pero no tengo memoria ni de la explosión, ni de los olores", le dijo a BBC Mundo.
"Cuando recobré el sentido lo primero que pensé es que tenía que buscar cómo salir de ahí. Con una compañera empezamos a recorrer el lugar, en completo estado de atontamiento, hasta que encontramos un boquete donde se estaba evacuando a la gente. De ahí me llevaron al hospital y ese mismo día me dieron el alta", recuerda.

Rezago

A dos décadas del atentado no hay ningún condenado por el hecho.
En 1999, una investigación judicial del Tribunal Supremo de Justicia, de Argentina, indicó que el grupo extremista Yihad Islámica habría estado detrás del ataque. La propia agrupación, luego, se atribuyó el hecho.
Los jueces además acusaron a un entonces jefe de operaciones de Hezbolá de haberse encargado de la planificación e indicaron que el gobierno de Irán era el responsable político.
Argentina emitió una orden de captura internacional contra el mencionado jefe de operaciones de Hezbolá, Imad Mugniyah, de origen libanés, a quien se señalaba como el autor del ataque a la embajada y a la AMIA.
Pero, en 2008 Mungniyah murió como consecuencia de un atentado a su persona en Damasco, Siria. Una versión supone que fueron los servicios secretos de inteligencia israelíes los que efectuaron el asesinato, pero el gobierno de Israel lo negó de manera oficial.
En Argentina, tanto el poco avance que tuvo la investigación del hecho en la embajada en 1992, como el de la AMIA, en 1994, es criticado ampliamente por diferentes sectores.
Esta semana, Eugenio Zaffaroni, magistrado de la Corte Suprema, le dijo a una radio local que "los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA son dos grandes agujeros de la Justicia argentina".
El caso no tuvo mayor avance desde 1999 e incluso pudo haber prescrito. No obstante, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner lo considera un delito de lesa humanidad por lo que se prometió reiteradamente mantener abierta la tramitación de la causa. Sin avances, pero abierta.
"Argentina tiene todo el interés en llegar al fondo del tema. Tengo confianza en que la Corte Suprema está haciendo todo lo posible para esclarecer los atentados", le señaló a BBC Mundo el embajador de Israel en Buenos Aires, Daniel Gazit.
"Sí, han pasado 20 años (desde el hecho), pero (la investigación) no es tan fácil", agregó.
Según el diplomático, quien trabajó unos pocos años antes del atentado en la misma embajada en Buenos Aires, "Yihad Islámica tomó la responsabilidad abiertamente, pero detrás de ellos sabemos que estuvo Hezbolá e Irán. Hay que tomar a los individuos y juzgarlos, pero más importante son aquellos que dieron las órdenes".
Estados Unidos e Israel consideran a Hezbolá como una organización terrorista que recibe apoyo de Irán, y fue un cabecilla de esta agrupación quien fue acusado de planificar y ejecutar los ataques contra objetivos judíos en Argentina.
BBC Mundo contactó a la embajada iraní en Buenos Aires para conocer su opinión sobre las acusaciones israelíes sobre el ataque, sin embargo, no hubo respuesta a las reiteradas solicitudes de entrevista.
Sin embargo, en otras ocasiones el gobierno de Irán ha negado ser responsable por el atentado contra la misión diplomática, o el de la AMIA.
La justicia argentina acusa a funcionarios iraníes por el caso AMIA, pero Irán nunca aceptó que declarasen ante los jueces en el país sudamericano.

Dos décadas después

Las idas y venidas del caso, y sobre todo la falta de responsables, puede ser un tema delicado para quienes perdieron seres queridos o incluso estuvieron a punto de morir en el ataque a la embajada hace 20 años.
"En algún punto tienes alguna esperanza con la investigación, pero por diferentes razones que escapan a mi entendimiento la causa no avanzó", señaló Kovensky.
"Por eso llegó un punto en que a mí me pareció mejor poner mi energía en otra cosa, que mirase hacia el futuro, y no seguir buscando algo que por una razón u otra no avanza", añadió.
Kovensky relata cómo ha sido durante dos décadas su propio transitar de semejante experiencia traumática, en la que perdió varios conocidos, hasta la postura reflexiva de hoy en día.
"Lo que sentía después no era odio o revancha, sino profunda tristeza. Con el tiempo vas comprendiendo la tristeza del sin sentido de semejante acto que produjo tanto dolor en tanta gente", dice.
"Cualquier causa es valida y legítima. Todos tenemos derecho a ser reconocidos, pero no hay derecho en pos de ese ideal cuando se atenta contra la vida de otros. Se descalifica el pedido cuando se valora la vida de uno por encima de la de otro", apunta.
Dentro de lo increíble que resulta de por sí sobrevivir a un atentado de tal magnitud, también producen asombro las pequeñas historias derivadas del atentado.
Por ejemplo, Kovensky no volvió a saber del hombre que la sacó en brazos de la embajada, minutos después del estallido.
Supo que era un estadounidense, "muy lindo", y militar; estaba de visita en Buenos Aires, terminó socorriendo a heridos y quedando plasmado en la imagen más conocida del peor ataque a una misión diplomática israelí en el mundo.
"Nunca más lo vi. Y es que lo que vivimos generó cosas muy interesantes. Por ejemplo, por un lado te despides para siempre de gente cercana con la que convivías a diario, pero por otra parte tengo una relación entrañable con otra gente a raíz de esto", aseveró Kovensky.




miércoles, 14 de marzo de 2012

Kony2012, las dificultades de hacer realidad el deseo de millones


De la campaña Kony 2012 se pueden decir muchas cosas, pero es prácticamente imposible negarle que ha sido un éxito en el mundo virtual. El documental de media hora sobre el guerrillero ugandés Joseph Kony, con más de 76 millones de reproducciones, es ya uno de los videos más vistos de la historia de YouTube.
Con el impulso de personalidades como Justin Bieber, George Clooney y Oprah Winfrey, es la punta de lanza de una campaña en redes sociales de la ONG Invisible Children a favor de la captura de Kony, acusado por la Corte Penal Internacional de crímenes de guerra y del uso de niños soldado y niñas como esclavas sexuales.
Este éxito innegable en internet ya se ha plasmado de alguna manera en el mundo real. La Unión Africana acaba de aceptar al coronel ugandés Dick Olum como comandante de las fuerza conjunta multinacional encargada, desde 2008, de capturar a Kony.
Olum se hará cargo de una nueva fuerza de 5.000 hombres que será desplegada en la región del África Central y que se dedicará a la busca y captura de Kony.
Pero para que un éxito en las redes sociales –la indignación de millones de personas– pase a materializarse en el mundo real, lo que viene a ser que se confirme la captura de un acusado de crímenes de guerra, habrá que pasar por encima de varias y ciertas dificultades: la primera, no saben dónde está y él no está dispuesto a aparecer.

Un fantasma con superpoderes

Según el editor de África de la BBC, Martin Plaut, los métodos de Kony son extremadamente brutales. Secuestra niños y los fuerza a convertirse en soldados. Además, los obliga a mutilar y matar a sus familiares. Las niñas las convierte en esclavas sexuales de los milicianos.
Desde finales de los 80, junto a un grupo relativamente pequeño de rebeldes, ha sembrado de violencia un área que va de Uganda a Sudán del Sur, Congo y la República Centroafricana.
En 2008, las fuerzas armadas de esos tres países se pusieron de acuerdo para lanzar una operación militar destinada a acabar con la rebelión encabezada por Kony, pero ha tenido poco éxito.
"Su estrategia ha sido evitar la lucha. Su estrategia ha sido eludir el combate. Ha sobrevivido a base de generar entre sus seguidores el mito de que tiene superpoderes y que los observa donde sea que vayan, aunque no esté presente", explicó en entrevista con la BBC el coronel Felix Kulayigye, portavoz de las fuerzas armadas de Uganda.
"Nos ha evitado porque no ha estado en combate en persona. Ante tal estrategia, la captura es muy complicada, a no ser que compres a gente de su entorno", agregó el militar.
Kulayigye confirmó que su país aportará 1.500 hombres a la fuerza multinacional encargada de la captura de Kony, que, aseguró "está en la jungla de la República Centroafricana".
"No creo que haya que hacer nada diferente (…) lo hemos estado persiguiendo, incluso ahora estamos tras él y pensamos seguir haciéndolo", dijo.

Un antiguo nuevo despliegue

Según Kulayigye, la misión de la fuerza conjunta es capturar a Kony, vivo o muerto.
Si se rindiera, "por supuesto" que sería arrestado. "Tiene un billete abierto a la rendición (…). Si expresa interés en entregarse, abriremos un corredor para él. Matarlo no es la solución".
La aceptación por parte de la Unión Africana de Olum como comandante del nuevo despliegue coincide con la enorme atención sobre el caso de Kony despertado por el documental de Jason Russell.
Sin embargo, la maniobra lleva años en proceso. De hecho, fue acordado en 2010 en un encuentro de la Unión Africana celebrado en Adis Abeba, capital de Etiopía.
El envío al terreno de la fuerza conjunta contó entonces con el apoyo de Naciones Unidas y el gobierno de Estados Unidos, país que tiene desplegados en la región a cien hombres dedicados a trazar el rastro del líder rebelde.
Una de las bazas que Kony mejor ha sabido jugar a su favor para evitar su captura son las complicadas relaciones entre los países, especialmente Uganda y la República Democrática del Congo.
Esa enemistad ha sido manifiesta en la última década desde finales de los años 90 del siglo pasado, por el envolvimiento de fuerzas ugandesas en las conocidas como primera y segunda guerra del Congo.
"Las relaciones entre Uganda y la República del Congo no han sido nada buenas en los últimos años. En 1997 y 1998, hubo dos oleadas de guerra impulsadas por Uganda, con el apoyo de Ruanda y Burundi", explica Venuste Nshimiyimana, del Servicio Africano de la BBC.
"La República Centroafricana es el último país al que Joseph Kony podría haber huido. No fue posible que huyera a Congo, fue expulsado de allí con el apoyo de tropas de Naciones Unidas y Uganda. No pudo volver a Uganda y no tiene manera de haber pasado a Sudán del Sur", agrega Nshimiyimana.
Para muchos, la única vía de escape que puede haber tenido Kony es la jungla centroafricana. Y pese a la afirmación del coronel Kulayigye en ese sentido, según Nshimiyimana, "sin embargo, nadie puede decir con certeza donde está". "Conviene recordar que hay cien marines estadounidenses en el terreno".

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/03/120313_kony_2012_uganda_dificultades_captura_az.shtml



domingo, 11 de marzo de 2012

Tres crisis, un mismo desenlace


La petición de ayuda por parte de Portugal es la tercera desde que comenzó la crisis de deuda a mediados del año pasado. Antes ya solicitaron un rescate Grecia e Irlanda debido, al igual que el país luso, a su imposibilidad de financiarse en los mercados.
Aunque los tres países se han visto abocados a la ayuda por los altos intereses pagados por su deuda, que los ponían en riesgo de la suspensión de pagos, las razones que les llevaron a esa situación difiere en cada caso.


Grecia

  • Población: 11,3 millones
  • PIB per cápita: 94 (media europea en 100)
  • Paro: 12,6%
  • Crecimiento PIB en 2010: -4,5%
  • Coste de financiación a largo plazo: 11,40%*
  • Déficit del Estado: 15,4%
  • Deuda pública: 126% del PIB**
  • Coste del rescate: 110.000 millones de euros

  • Fuente: Eurostat
  • * En febrero de 2011
  • ** Último dato disponible: 2009
  • ¿Cuál era el problema?

    Grecia vivió una expansión desconocida hasta entonces durante los años del 'boom' crediticio que le llevó a acumular una deuda pública de 300.000 millones de euros a finales de 2009, más del 120% del PIB.
    A ello se sumó la monumental deuda privada, resultado igualmente de la expansión crediticia auspiciada por el BCE. Los 'credit default swaps' (CDS) -seguros contra impagos de deuda pública y privada- de sus bonos estaban disparados por encima de los 200 puntos básicos en los primeros meses de 2009.
    En la Unión Europea, fue Alemania la que presionó para que el país fuera rescatado. Los bancos germanos eran los mayores perjudicados por la deuda griega, ya que estaban expuestos en unos 200.000 millones de euros a la crisis del país helénico.

    Planes de ajuste y oleadas de huelgas

    Grecia necesitaba recaudar 53.000 millones de euros para refinanciar la deuda existente y reducir su déficit público.
    A principios de 2010, el Gobierno heleno anunciaba medidas especiales para acelerar la recuperación económica y la reducción del déficit público a menos del 3% del PIB en tres años, de acuerdo al Pacto de Estabilidad.
    La Comisión Europea aprobó el plan de austeridad griego, pero le recomendaba recortar los salarios. Grecia acató las directrices de Bruselas y en marzo aprobaba otro duro plan de ajuste para ahorrar 4.800 millones de euros, gracias a recortes en el gasto público y aumento de impuestos. El IVA subió hasta el 21% y los pluses de los funcionarios se redujeron un 30%.
    El descontento de la población se plasmó en una serie de revueltas populares y manifestaciones que incluyeron la convocatoria de varias huelgas generales. El país prácticamente estuvo paralizado varios meses.

    La intervención se hace inevitable

    Sin embargo, y pese a los planes de ajuste, Bruselas teme lo peor y los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro diseñan a toda prisa un mecanismo que les permita ayudar financieramente a Grecia si fuera necesario.
    El rescate es solicitado oficialmente por el Gobierno griego el 23 de abril, pero Alemania condiciona su aportación a la aprobación por parte del FMI de un nuevo plan de ajuste más estricto para el país helénico.
    El 2 de mayo de 2010, finalmente se aprueba el rescate a Grecia. Consiste en una ayuda de 110.000 millones de euros, el equivalente a algo más de un tercio de la deuda pendiente que tiene Grecia. El FMI aporta 30.000 millones de euros de esa cantidad, y el resto de la ayuda corre a cargo de la eurozona.
    Las huelgas, mientras tanto, se suceden en el país.

    ¿Saldrá pronto de la crisis?

    Durante los siete primeros meses tras el rescate, Grecia logró reducir su déficit público un 40% gracias al plan de ajuste fiscal.
    Pero el paro sigue subiendo, hasta el 12%. El crecimiento económico también está atascado, con una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,5%.
    Ya está enviado el cuarto tramo de la ayuda, pero el FMI y la UE consideran que, aunque Grecia ha realizado progresos, aún tiene muchas reformas pendientes. Entre las exigencias de ambas instituciones está la privatización de empresas públicas por valor de 50.000 millones de euros para saldar su deuda.
    Los observadores del FMI consideran que si Grecia sigue estrictamente el plan de reformas fijado, podría empezar a levantar cabeza a finales de este mismo año. Las exportaciones están aumentando, la inflación subyacente ha permanecido baja y la caída de los costes laborales unitarios deberían impulsar una mejora de la competitividad.

    Irlanda

  • Población: 4,4 millones
  • PIB per cápita: 127 (media europea en 100)
  • Paro: 13,7%
  • Crecimiento PIB en 2010: -1%
  • Coste de financiación a largo plazo: 9,10%*
  • Déficit del Estado: 14,4%
  • Deuda pública: 65,5% del PIB**
  • Coste del rescate: 85.000 millones de euros

  • Fuente: Eurostat
  • * En febrero de 2011
  • ** Último dato disponible: 2009
  • ¿Qué ocurrió?

    El país vivió un impresionante 'boom' económico en los años previos a la crisis financiera, en gran medida debido, al igual que en España, a la burbuja inmobiliaria.
    Sin embargo, Irlanda, conocido como 'tigre celta' por unas tasas de crecimiento económico espectaculares -del entorno del 10% en 1999 y 2000 por ejemplo- vio cómo en apenas tres años pasaba de estar en la cima a caer con una rapidez inusitada.
    Su crecimiento del PIB pasó del 5,6% en 2007 a una tasa negativa del 3,5% al año siguiente mientras el valor de las casas ha caído entre un 50-60% desde que comenzó la crisis.
    El pinchazo de la burbuja inmobiliaria extendió los créditos morosos entre los grandes del país, lo que provocó que el Estado tuviera que rescatarlos. El enorme coste de estas ayudas provocó un agujero enorme en las finanzas públicas de Irlanda, un país muy pequeño respecto al tamaño de su sector financiero, y elevó al 32% del PIB el déficit público -que era también altísimo, del 12%, excluyendo el rescate de las entidades-.
    A esto se unieron las consecuencias típicas de una recesión, como el aumento del paro y los menores ingresos del Estado a través de impuestos debido a la caída de la actividad económica. Un cóctel que provocó el estrangulamiento de las finanzas públicas del país y la petición de ayuda externa.

    Los planes de ajuste

    A cambio de los préstamos de la Unión Europea y el FMI, los países rescatados se comprometen a realizar duros ajustes. En el caso de Irlanda, antes de la ayuda externa, el país ya había anunciado recortes de gasto y aumentos de impuestos para ahorrar 15.000 millones de euros.
    Tras la solicitud del rescate, el país puso en marcha otro duro ajuste para ahorrar 15.000 millones hasta 2014. En él se incluyeron medidas como el despido de unos 24.000 funcionarios, la subida del IVA al 23%, desde el 21% anterior, la rebaja del salario mínimo o el incremento de la edad de jubilación progresivamente desde 2014.
    Sin embargo, el país logró mantener su tasa 'superbaja' del impuesto a empresas en el 12,5%, muy inferior a la media europea y le permitió que grandes empresas extranjeras, como Google y Facebook, hayan establecido una sede en el país.

    Nuevo Gobierno, nuevas incógnitas

    Las elecciones celebradas en febrero de este año dieron un vuelco al Gobierno irlandés. Las ganó el conservador Enda Kenny, del conservador Fine Gael, tras 14 años en el poder de sus rivales del Fianna Fáil.
    Precisamente, una de las promesas electorales de Kenny fue que renegociaría los términos de los préstamos de la UE, que, a su juicio, tienen un tipo de interés demasiado alto -del 6%-. Sin embargo, no parece que Alemania y Francia, principales valedores de la ayuda, vayan a permitir que se cambien las condiciones sin nada a cambio. El nuevo Gobierno irlandés teme que esa nueva moneda de cambio sea una subida de su bajo impuesto a las empresas, que el resto de socio ve con malos ojos.
    Otro de los frentes abiertos tras el rescate es lograr normalizar por completo el flujo del crédito, lejos todavía de lo deseable para permitir la recuperación. En el primer trimestre del año, casi la mitad de los créditos solicitados por las pymes fueron rechazados.
    El Gobierno recapitalizó los bancos a finales de marzo con otros 24.000 millones de euros para intentar que mejore la concesión de créditos, lo que ha elevado la preocupación por el nivel de deuda pública, según 'Financial Times'. La deuda del país alcanzará el 125% del PIB en 2013 frente al 25% existente antes de la crisis.
    Por todo ello, expertos del país consideran que el rescate europeo no ha terminado aún con la incertidumbre sobre la recuperación irlandesa.

    Portugal

  • Población: 10,6 millones
  • PIB per cápita: 94 (media europea en 100)
  • Paro: 11%
  • Crecimiento PIB en 2010: +1,3%
  • Coste de financiación a largo plazo: 7,34% *
  • Déficit del Estado: 9,3%
  • Deuda pública: 76,1% del PIB **
  • Coste del rescate: unos 80.000 millones de euros

  • Fuente: Eurostat
  • * En febrero de 2011
  • ** Último dato disponible: 2009
  • El problema

    El principal problema de Portugal es la falta de productividad de su economía, que ha registrado crecimientos muy débiles a lo largo de la última década. Portugal no ha sufrido la crisis del ladrillo porque aquí, a diferencia de España, no hubo un 'boom inmobiliario'. Los bancos, menos expuestos que los de otros países, tampoco se vieron tan afectados por la crisis financiera mundial.
    Pero Portugal, con un crecimiento tan débil, y muy dependiente de la economía española y de las exportaciones, acabó sucumbiendo a la crisis y en 2009 registró una contracción de su economía del 2,9%.
    En términos de déficit público, después de una primera legislatura socialista basada en la contención y austeridad, en 2008, José Sócrates anunciaba al país que habían conseguido reducir el elevado déficit heredado del anterior gobierno conservador hasta el 2,9% permitido por Bruselas. Sin embargo, la crisis global disparó las cuentas públicas hasta un déficit del 9,3% del PIB en 2009.
    El problema de Portugal para tener que acabar recurriendo a la ayuda financiera internacional ha sido su incapacidad para reducir el elevado déficit, a pesar de que en un año el gobierno de Lisboa ha aplicado tres planes de ajuste y se disponía a aprobar el cuarto.
    Pero los intereses sobre su deuda estaban cada vez más elevados -alcanzaron el 10% para el plazo a 5 años y el 8,5% para el plazo a 10 años-, las agencias de calificación crediticia decidieron rebajar el rating de Portugal hasta el último nivel de la escala de inversión, y los bancos lusos optaron por dejar de prestar dinero al Estado para no poner en peligro la financiación de la economía portuguesa.
    En estas circunstancias, el primer ministro luso, José Sócrates, que ha tratado de resistir al rescate durante el año y medio que ha durado su segunda legislatura, ha tenido que acabar solicitando la ayuda financiera.

    Los ajustes

    Portugal va a recibir 80.000 millones de euros durante los próximos tres años a cambio de implementar un riguroso plan de ajuste, que incluye la privatización de empresas públicas y las reformas laborales para facilitar el despido. Además, el ejecutivo de Lisboa tendrá que comprometerse, de una vez por todas, a reducir drásticamente el gasto público.
    El cuarto Plan de Estabilidad y Crecimiento (PEC IV) -rechazado por el Parlamento en marzo- será el esqueleto que sirva de base para el nuevo paquete de austeridad. En este plan se incluía ya la rebaja de un 5% para las pensiones superiores a 1.500 euros mensuales, una medida que desde el 1 de enero se aplica a los sueldos de mismo valor de los funcionarios públicos, que podrán perder también las pagas extraordinarias.
    A lo largo de este último año, el gobierno de Lisboa ya ha implementado medidas de austeridad, recomendadas por Bruselas y el FMI, y similares a las aplicadas en Grecia e Irlanda después de ser rescatadas, con el objetivo de evitar a toda costa la ayuda. Por ello, los socialistasaumentaron el IVA del 21 al 23% el año pasado y subieron un 1% el IRS -similar al IRPF español-.

    Nuevo gobierno

    Portugal celebra elecciones anticipada el próximo 5 de junio, después de la dimisión del actual primer ministro, el socialista José Sócrates, el pasado 23 de marzo, tras el rechazo en bloque de todos los partidos de la oposición a su cuarto plan de ajuste.
    José Sócrates vuelve a presentarse en estas elecciones, por tercera vez consecutiva, pero según los últimos sondeos publicados esta semana tiene más difícil seguir siendo el primer ministro del país. Las encuestas dan la victoria a los conservadores socialdemócratas de Pedro Passos Coelho, cuya oposición al PEC IV provocó la crisis política. Sin embargo, con apenas el 39% de las intenciones de voto, Pedro Passos Coelho obtendría una victoria relativa, insuficiente para gobernar con mayoría absoluta, por lo que tendría que formar una coalición de derecha con el ultraconservador Partido Cristianodemócrata.
    Aún así, el presidente luso, Aníbal Cavaco Silva, defiende una formación de gobierno más amplia, que incluya también al Partido Socialista, para conseguir un consenso más alargado sobre las duras medidas de contención que tendrá que implementar en Portugal el próximo ejecutivo durante al menos los próximos tres años.
    Varios miembros del Partido Socialdemócrata han admitido la posibilidad de formar parte en ese hipotético gobierno, a cambio de que José Sócrates no esté en él, algo a lo que de momento no ha renunciado el socialista, reelegido recientemente casi por unanimidad como secretario general de su partido.