lunes, 30 de noviembre de 2009

El pensamiento de Martin Luther King

El pensamiento de Martin Luther King

Desobediencia civil y no violencia
En la Carta desde la prisión de Birmingham, escrita el 16 de abril de 1963 mientras estaba arrestado por una manifestación no violenta, Martin Luther King respondió a ocho sacerdotes blancos de Alabama que habían escrito cuatro días antes una carta titulada Una llamada a la unidad. Aunque admitían la existencia de injusticias sociales, expresaban la idea de que la batalla contra la segregación racial debía tener lugar en los tribunales y no en la calle. King respondió entonces que sin acciones directas y fuertes como las que él lideraba, los derechos civiles no se conseguirían nunca.

Escribió también que «esperar ha significado casi siempre nunca» y afirmaba que la desobediencia civil no estaba solamente justificada frente a una ley injusta, sino también que «cada uno tiene la responsabilidad moral de desobedecer las leyes injustas».

La carta incluía la famosa cita «Una injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia de cualquier lugar», así como unas palabras de Thurgood Marshall que él repite: «Una justicia demorada durante mucho tiempo es una justicia rechazada».

Hasta el final de su vida, Martin Luther King se opuso a la radicalizacion y a la violencia preconizada por el Black Power y subrayó que «los motines no arreglan nada», y consideró este medio como ineficaz, más allá de la naturaleza opuesta de los motines a su doctrina de no violencia, de moral y de fe:
Si se dice que el poder es la capacidad de cambiar las cosas o la capacidad de conseguir sus objetivos, entonces no es poder involucrarse en una acto que no los consigue: sea cual sea el ruido que hagáis y el número de cosas que queméis ".

Para él, una guerrilla como la del Che Guevara era una "ilusión romántica". King prefería la disciplina de la desobediencia civil, que definía no solamente como un derecho sino también como un homenaje a una energía democrática no explotada. Lo mismo para la pobreza: pidió a los militantes "utilizar todo el poder de la no violencia para el problema económico", aunque no hubiese nada en la Constitución americana que garantizase un techo y una comida. Remarcó la similitud de su lucha con la de Jesus: {{cita|La opinión pública le dio la espalda. Decían que era un agitador. Utilizaba la desobediencia civil. Rechazaba los mandatos de la ley".

Para King, la no violencia no era sólo justa sino indispensable, porque por muy justa que fuese la causa de origen, la violencia significa el error y el ciclo de venganza de la Ley del Talión, y el defendía la ética de la reciprocidad:
La última debilidad de la violencia es que es una espiral descendente, que engendra lo mismo que busca destruir. En lugar de debilitar el mal, lo multiplica. Utilizando la violencia, podéis matar al mentiroso, pero no podréis matar la mentira, ni restablecer la verdad. Utilizando la violencia, podréis asesinar al rencoroso, pero no podréis matar el odio. De hecho, la violencia hace simplemente crecer el odio. Y esto continúa. Devolver el odio por el odio multiplicado al odio, añadiendo una oscuridad todavía más profunda que una noche sin estrellas. La oscuridad no puede esconder la oscuridad: sola la luz puede hacer esto. El odio no puede esconder el odio: solo el amor puede hacer esto.

Afirmaba también que el fin no podía justificar los medios, al contrario de lo que pensaba Maquiavelo:
Siempre he predicado que la no violencia exige que los medios que utilizamos deben ser tan puros como el fin que perseguimos. He intentado dejar claro que está mal utilizar medios inmorales para alcanzar un fin justo. Pero debo afirmar ahora que también está mal, todavía peor, utilizar medios morales para preservar un fin inmoral.

En la Carta de Birmingham, respondió también a los sacerdotes que le acusaban de crear oportunidades para la violencia con su desobediencia civil pacífica en un medio racista, indicándole que el que pide justicia de manera no violenta no puede ser instigador de disturbios:
En vuestra declaración, afirmáis que nuestras acciones, aunque pacíficas, deben ser condenadas porque precipitan la violencia. Pero, ¿es una afirmación lógica? ¿No es como si condenaseis a un hombre que ha sido robado porque el hecho de tener dinero es lo que ha provocado el acto de robar?

Igualdad racial, libertad y orgullo

Más allá de su lucha por la igualdad racial, del discurso "I have a dream" donde imagina que sus "cuatro hijos vivirán un día en una nación donde no sean juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su persona" y de la victoria política con los votos de la Civil Rights Act y Voting Rights Act, Martin Luther King señaló que la igualdad racial no devenía sólo de las leyes que defienden a la persona, sino sobre todo de la manera en que esa persona se percibe a sí misma:[87]
Mientras el espíritu se halle esclavizado, el cuerpo no podrá ser nunca libre. La libertad psicológica, un firme sentido de la autoestima, es el arma más poderosa contra la larga noche de la esclavitud física. Ninguna proclama de emancipación lincolniana o carta de derechos civiles johnsoniana puede aportar totalmente este tipo de libertad. El negro será libre cuando alcance las profundidades de su ser y firme con la pluma y la tinta de su humanidad afirmada su propia declaración de emancipación. Y con un espíritu tendido hacia la verdadera autoestima, el negro debe rechazar con orgullo las esposas de la auto-abnegación y decirse a sí mismo y decir al mundo: “Yo soy alguien. Yo soy una persona. Yo soy un hombre con dignidad y honor. Y tengo una historia rica y noble.

Pacifismo y compromiso personal
Martin Luther King subrayó que la no violencia no era solamente un método justo, sino también un principio que debía ser aplicado a todos los seres humanos, fuesen de donde fuesen, y comparaba la campaña de no violencia aclamada en los Estados Unidos a la violencia de las guerra de Vietnam sostenida por una parte de la opinión pública estadounidense:
Hay algo extrañamente inconsistente en una nación que os aclama cuando decís “Sed no violentos con Jim Clark”, pero que os maldice y os condena cuando decís: “sed no violentos con los niños vietnamitas marrones”.

Para Luther King, la no violencia debía llevar al pacifismo, sobre todo en el contexto de la guerra fría y de la estrategia militar de destrucción mutua asegurada que podría llevar al apocalipsis:
Los hombres, a lo largo de la historia, han hablado de la guerra y de la paz. Pero ahora ya no pueden quedarse solo en el hablar. No es una elección entre la violencia y la no violencia en este mundo; es una elección entre la no violencia y la no existencia.

Martin Luther King invocaba con frecuencia la responsabilidad personal para desarrollar la paz mundial. Para él, el triunfo del bien sobre el mal era inevitable, a pesar de los frecuentes retrocesos y guerras de la historia:
Rechazo aceptar la noción cínica de que naciones tras naciones deben descender la escalera militarista hacia el infierno de la destrucción termonuclear. Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán finalmente la palabra. Porque el bien, incluso temporalmente vencido, es más fuerte que el mal triunfante.

Admitía que esa opinión idealista y moral era difícilmente defendible en ese contexto histórico, pero subrayaba que la conciencia y el ideal de justicia no debían recular ante una opinión pública desfavorable, un cálculo político o una tarea que pareciese insuperable:
En relación a algunas posturas adoptadas, la cobardía plantea una cuestión: “¿es peligroso?”; el oportunismo plantea la cuestión: “¿es política?”; y la vanidad lo junta todo y plantea la cuestión: “¿es popular?”. Pero la conciencia plantea la cuestión: “¿es justo?”. Y llega entonces un momento en que uno debe posicionarse ante algo que no carece de peligro, que no es política, ni popular, sino que debe hacerlo porque su conciencia le dice que es justo. Creo que hoy en día es necesario para todas las personas de buena voluntad reunirse en un gran acto de conciencia y decir las palabras del viejo espiritual negro, “No vamos a estudiar más la guerra”. He aquí el reto del hombre moderno.

Vida espiritual frente a confort material
Martin Luther King, sin preconizar un retorno hacia la sencillez voluntaria ni devenir en un crítico del desarrollo como Gandhi, se puso en guardia contra el american way of life en tanto su tendencia al consumismo y el materialismo podía desviar al hombre de la causa del bien y de la espiritualidad:
Hoy en día, la gran tentación y la gran tragedia de la vida es que permitimos con frecuencia al exterior de nuestras vidas el absorber al interior de nuestras vidas. La gran tragedia de la vida es que con demasiada frecuencia autorizamos a los medios con los que vivimos a alejarnos del fin para el que vivimos. […] ¿Cuál es el beneficio para un hombre de llenar el mundo entero de medios - aviones, televisiones, luz eléctrica - y perder el fin: el alma?

En su opinión, este profundo cambio estaba vinculado a una revolución de los valores que permitiría vencer a los más grandes males de la civilización:
Estoy convencido de que si queremos estar del lado bueno de la revolución mundial, debemos como nación emprender una revolución radical de valores. Debemos comenzar rápidamente a pasar de una sociedad “orientada hacia las cosas” a una sociedad “orientada hacia la persona”. Cuando las máquinas y los ordenadores, los motivos de beneficios y los derechos de propiedad son considerados como más importantes que los individuos, el triplete gigante compuesto por el racismo, el materialismo y el militarismo es imposible de vencer.

Fe, amor y poder
Debido a su vocación de pastor, Luther King situó a la Biblia en el corazón de su mensaje, considerando que la humanidad había estado desde hacía mucho tiempo "en la montaña de la violencia" y que debía ir hacia "la tierra prometida de justicia y de fraternidad". Para él, este objetivo era una misión divina en tanto que "no debía satisfacerse nunca con objetivos inacabados, […] sino que había que mantener siempre una especie de descontento divino".

Esta voluntad divina y este mensaje de amor transmitido por el Evangelio implicaba, según él, una voluntad inquebrantable frente a la adversidad, "un espíritu duro y un corazón tierno", como enseñó directamente Jesús a sus discípulos:
Jésus reconoció la necesidad de confundir a los contrarios. Sabía que sus discípulos deberían enfrentarse a un mundo difícil y hostil, donde habrían de enfrentarse a los políticos recalcitrantes y a la intransigencia de los protectores del antiguo orden […] Y les dio una fórmula de acción, “sed tan sabios como las serpientes y tan inofensivos como las palomas”.

El amor no es, entonces, para Luther King solamente un fin, sino también un medio de llegar a la paz y la justicia mundiales; así, refuta el concepto del amor como algo débil que algunos filósofos como Nietzsche acuñaron:
Esta llamada para que una comunidad mundial lleve los problemas de vecindad más allá del ámbito tribal, de la raza, de la clase y de la nación, es en realidad una llamada a un amor universal e incondicional de la humanidad entera. Este concepto frecuentemente incomprendido, frecuentemente mal interpretado, tan rápidamente eludido por los Nietzsches del mundo como una fuerza débil y cobarde, se ha convertido ahora en una necesidad absoluta para la supervivencia del ser humano. Cuando hablo de amor, yo no hablo de un especie de respuesta sentimental y débil. No hablo de una fuerza que solo es un sinsentido sentimental. Yo hablo de una fuerza que todas las grandes religiones del mundo han visto como el principio unificante supremo de la vida. El amor es la llave que abre la puerta que lleva a la realidad última.

Martin Luther King consideraba que el poder en este contexto no era algo malo en sí en cuanto era comprendido y utilizado correctamente, es decir, cuando no era considerado como el exacto opuesto del amor. En su opinión, la perversa interpretación según la cual el amor es el abandono del poder y el poder una denegación de amor, es la razón por la que Nietzsche rechazó el concepto cristiano de amor y los teólogos cristianos el concepto nietzscheano de la voluntad de poder.
El poder sin amor es peligroso y abusivo, el amor sin poder es sentimental y anémico. El mejor poder es el amor que implica la petición de justicia, y la mejor justicia es el poder que corrige todo lo que pone obstáculos al amor.
Una lucha por el poder sin amor o conciencia está entonces condenada al fracaso, ya sea por blancos o negros. Para él, "es esta colisión entre un poder inmoral y una moralidad impotente la que constituye la mayor crisis de nuestro tiempo".

Aunque hombre de fe, Luther King apostaba por el laicismo y aprobó una decisión de la Corte suprema de prohibir la oración en las escuelas públicas. Comentó que "eso no pretendía poner fuera de la ley la oración o la creencia en Dios. En una sociedad plural como la nuestra, ¿quién debe determinar qué oración debe ser dicha y por quién? Legalmente, constitucionalmente o de otra manera, el Estado no tiene ciertamente ese derecho".

Ciencia y religión

Para Luther King, si la violencia y la guerra habían devenido tan destructoras era porque la rapidez del progreso científico había sobrepasado a la del desarrollo de la ética y la moral, que no siempre podían restringir sus aplicaciones negativas. Aunque subrayaba con humor que "nuestro poder científico había desbordado nuestro poder espiritual. Tenemos misiles guiados y hombres desorientados", no señalaba, sin embargo, a la ciencia como responsable de todos los males y apelaba a su complementariedad con la religión y la ética en el desarrollo humano:
La ciencia investiga; la religión interpreta. La ciencia da al hombre el conocimiento que es el poder; la religión da al hombre la sabiduría que es el control. La ciencia se ocupa principalmente de los hechos; la religión se ocupa principalmente de los valores. Las dos no son rivales. Son complementarias.

Compensación histórica
En varias ocasiones, Martin Luther King expresó la opinión de que los afroamericanos, al igual que otros americanos oprimidos, deberían ser indemnizados por los perjuicios sufridos históricamente.

Entrevistado por Alex Haley en 1965, dijo que dar solo la igualdad a los afroamericanos no podría suprimir la diferencia de renta entre ellos y los blancos. Indicó que no pedía una restitución completa de los salarios nunca pagados durante la esclavitud, algo que creía imposible, sino que proponía un programa de compensación gubernamental de 50 mil millones de dólares durante 10 años para todos los grupos oprimidos.

Subrayó que "el dinero gastado estaría más que justificado por los beneficios que aportaría a la toda la nación gracias a una bajada espectacular del abandono escolar, de las separaciones familiares, de las tasas de criminalidad, de la ilegitimidad, de los enormes gastos sociales, de los motines y de muchos otros males sociales".

En su libro Por qué no podemos esperar de 1964, desarrolló esta idea, explicando que el reglamento del trabajo no remunerado era una aplicación de la common law.
Fuentes e inspiraciones

Martin Luther King escribió que su primer encuentro con la idea de la desobediencia civil no violenta fue al leer On Civil Disobedience de Henry David Thoreau, en 1944, cuando estaba en el Morehouse College:
Ahí, con ese valiente rechazo de un hombre de Nueva Inglaterra a pagar sus impuestos y su elección de ir a prisión antes que sostener una guerra que extendería los territorios de la esclavitud a México, tuve mi primer contacto con la teoría de la resistencia no violenta. Fascinado por la idea de rechazar el cooperar con un sistema maléfico, quedé tan profundamente conmovido que releí el libro varias veces.

Thoreau le hace tomar conciencia de que una lucha activa pero no violenta contra el mal era tan justa y necesaria como ayudar al bien, y que los medios y formas de esta lucha eran innumerables:
He llegado a convencerme de que la no cooperación con el mal es tan obligación moral como la cooperación con el bien. Ninguna otra persona ha sido más elocuente y apasionada en difundir esta idea que Henry David Thoreau. Como consecuencia de sus escritos y de su testimonio personal, somos los herederos de un legado de protesta creativa. Las enseñanzas de Thoreau han revivido en nuestro movimiento de los derechos civiles; de hecho, está más vivas que nunca. Que sean expresadas por un sit-in en un restaurante, un autobús de la libertad en Mississippi, una manifestación pacífica en Albany (Georgia), un boicot de autobuses en Montgomery (Alabama), todo ello es la cosecha de la insistencia de Thoreau en que se debe resistir al mal y que ningún hombre moral puede conformarse pacientemente con la injusticia.

El dirigente de los derechos civiles, teólogo y educador Howard Thurman tuvo también muy pronto una influencia sobre él. Era compañero de clase del padre de Martin en el Morehouse College, y se convirtió en el mentor del joven Martin Luther y de sus amigos. El trabajo de misionero de Thurman lo había llevado al extranjero donde se había encontrado y conversado con Mahatma Gandhi. Cuando Martin Luther King estuvo en la universidad de Boston, visitaba con frecuencia a Thurman, que era el deán de la capilla de Marsh.

El activista de los derechos civiles Bayard Rustin, que había tenido a Mahatma Gandhi como profesor, aconsejó a Martin Luther King seguir los principios de la no violencia desde 1956. Le sirvió de consejero y de mentor en sus comienzos y sería el organizador principal de la marcha a Washington. No obstante, la homosexualidad reconocida por Bayard, su compromiso con el socialismo democrático y sus relaciones con el Partido comunista de los Estados Unidos hicieron que numerosos dirigentes negros y blancos pidiesen a Martin Luther que mantuviese las distancias con él.

Muy inspirado por los éxitos del activismo no violento de Mahatma Gandhi, Martin Luther King visitó a su familia en la India en 1959, con la ayuda del grupo de cuáqueros de la American Friends Service Committee (AFSC) y del NAACP. El viaje lo afectó profundamente, mejorando su comprehensión de la resistencia no violenta y su implicación en la lucha por los derechos civiles americanos. En un mensaje radiofónico durante su último día en la India, anunció:
Tras mi estancia en la India, estoy más convencido que nunca que el método de resistencia no violenta es el arma más poderosa posible para los pueblos oprimidos en su lucha por la justicia y la dignidad humana. En un sentido literal, Mahatma Gandhi encarna en su vida ciertos principios universales que son inherentes a la estructura moral del universo, y estos principios son tan ineluctables como la ley de la gravedad.

King y el FBI

El FBI y su director J. Edgar Hoover mantuvieron relaciones antagónicas con Martin Luther King. A partir de una orden escrita del ministro de justicia Robert Francis Kennedy, el FBI comenzó a investigarlo a él y a la Southern Christian Leadership Conference (SCLC, « Conferencia principal de los cristianos del sur »), en 1961.

Las investigaciones fueron superficiales hasta 1962, cuando el FBI descubrió que uno de los consejeros más importantes de King, Stanley Levison, tenía relaciones con el Partido comunista de los Estados Unidos. De acuerdo con una de sus declaraciones bajo juramento en el House Un-American Activities Committee (Comité de asuntos antiamericanos), uno de los ayudantes de Martin Luther, Hunter Pitts O'Dell, tenía también relaciones con el partido comunista. El FBI intervino las líneas telefónicas en las casas y oficinas de King y de Levison, también en los hoteles donde se hospedaban cuando estaban de viaje por el país. El FBI informó además al entonces Fiscal General Robert F. Kennedy y al entonces Presidente John F. Kennedy, quienes fallidamente intentaron persuadir a King de que se apartara de Levison.

Por su parte, Martin Luther negó categóricamente tener relaciones con los comunistas, diciendo en una entrevista "que había tantos comunistas en su movimiento de libertades como esquimales en Florida"; Hoover respondió acusándolo de ser "el mentiroso más grande del país".

Este intento de probar que Martin Luther King era comunista se debía en gran parte a que muchos de los segregacionistas creían que los negros del sur habían estado hasta el momento felices con su situación pero que estaban siendo manipulados por « comunistas » y « agitadores extranjeros ». Stanley Levinson, abogado, había tenido relaciones con el partido comunista a lo largo de negociaciones comerciales, pero el FBI rechazó creer los informes que indicaban que no tenía ninguna asociación con ellos.

Como no se pudo encontrar políticamente nada contra Luther King, los objetivos y las investigaciones del FBI cambiaron y se centraron en intentar desacreditarlo a través de su vida privada. Se intentó en primer lugar probar que era un marido infiel. Las grabaciones, algunas de ellas hechas públicas tiempo después, no aportaron ninguna prueba concluyente al respecto, a pesar de las observaciones de ciertos oficiales o del mismo presidente Johnson que había llegado a decir de él que se trataba de un « predicador hipócrita ». Tampoco algunos libros aparecidos en los años 80 pudieron aportar pruebas.

El FBI distribuyó informes sobre estas supuestas desviaciones en su vida privada a periodistas amigos, aliados o posibles fuentes de financiación del SCLC, e incluso a la propia familia de Martin Luther. La agencia envió también cartas anónimas al interesado amenazándolo con revelar más informaciones si no abandonaba su militancia por los derechos civiles. Alguna carta ha sido incluso interpretada como una invitación a que Martin Luther se suicidase.

Finalmente, el FBI abandonó sus investigaciones sobre la vida privada de Martin Luther y el acoso para concentrarse en el SCLC y el movimiento Black Power. Pero después de que una manifestación pacífica en Memphis en marzo de 1968 fuese desbordada por elementos violentos del black power, Hoover, que tenía a un agente infiltrado en la jerarquía del SCLC, lanzó una nueva campaña de descrédito contra Martin Luther King. Así, el 2 de abril tuvo constancia de que se habían reanudado las escuchas. El mismo día de su asesinato, la oficina del FBI en Mississipi propuso dos nuevos programas de contra-información (COINTELPRO) utilizando rumores y desinformación « para desacreditar a King ante los pobres negros cuyo apoyo busca ».

El último contacto del FBI con Martin Luther King fue el momento de su asesinato. La agencia lo vigilaba en el Lorraine Motel desde un edificio al otro lado de la calle, muy cerca de donde se situó James Earl. Fueron miembros del FBI los primeros que acudieron junto a Martin Luther a proporcionarle los primeros cuidados en cuanto fue disparado. Para los partidarios de una teoría conspiratoria, su presencia tan próxima al lugar del crimes es una confirmación de su implicación en el asesinato.

El 31 de enero de 1977, en los casos “Bernard S. Lee v. Clarence M. Kelley, et al.” y “Southern Christian Leadership Conference v. Clarence M. Kelley, et al.”, el juez John Lewis Smith Jr. ordenó que todas las grabaciones y transcripciones manuales conocidas y existentes resultado del espionaje al que fue sometido Luther King entre 1963 y 1968, fuesen conservadas en la National Archives and Records Administration y su consulta pública prohibida hasta el año 2027.

Legado
Homenajes
Martin Luther King fue nombrado persona del año por Time Magazine en 1963.

En el discurso de presentación que se le dedicó por parte de los organizadores con motivo de la entrega del Premio Nobel de la Paz en 1964, Martin Luther King fue descrito como "la primera persona del mundo occidental que ha demostrado que una lucha puede ser ganada sin violencia, la primera en haber hecho de su mensaje de amor fraternal una realidad a lo largo de esa lucha, y la que ha llevado ese mensaje a todos los hombres, a todas las naciones y a todas las razas".

Recibió en 1965 la medalla de las libertades americana del American Jewish Committee "por su excepcional fomento de los principios de las libertades humanas". En la ceremonia de recepción del premio dijo que la libertad era una cosa, y que o se tenía entera o no se era libre.

El mismo año recibió el premio Pacem in Terris (paz en la tierra, en latín) basado en la encíclica Pacem in Terris del papa Juan XXIII.

En 1966, la federación de planificación familiar de América le otorgó el premio Margaret Sanger "por su valiente resistencia a la beatería y por su vida consagrada al progreso de la justicia social y de la dignidad humana".

Martin Luther King recibió 20 Doctorados honoris causa de universidades estadounidenses y extranjeras.

Recibió también a título póstumo el premio Marcus Garvey del gobierno de Jamaica en 1968 y en 1971 recibió el Grammy Award a la mejor grabación hablada por su discurso Why I Oppose the War in Viêt Nam (Por qué me opongo a guerra del Vietnam).

El presidente Jimmy Carter lo galardonó con la Presidential Medal of Freedom a título póstumo en 1977.

En 1980, el barrio donde pasó su juventud fue declarado monumento histórico.

El 2 de noviembre de 1983, el presidente Ronald Reagan firmó una ley por la que se creó un día festivo en su honor, el Martin Luther King Day. Los primeros estados lo aplicaron en 1986 y el 17 de enero de 2000 el día festivo fue celebrado oficialmente en los 50 estados del país.

En 1998, la fraternidad Alpha Phi Alpha, a la que él pertenecía, fue autorizada por el Congreso de los Estados Unidos a crear un memorial.

Martin Luther King sería el primer afroamericano y el segundo no presidente en ser honrado con un monumento en el National Mall de Washington.

Martin Luther King está considerado como el autor de los más grandes discursos históricos de los Estados Unidos, junto con Abraham Lincoln o John Fitzgerald Kennedy.

Más de 730 ciudades de los Estados Unidos tenían un calle Martin Luther King en 2006 y muchas otras han sido bautizadas con su nombre en el mundo entero.

Partidarios e influencia

Martin Luther King es una de las personalidades más admiradas de la Historia de los Estados Unidos.

Inspirado por Gandhi, numerosas personalidades de la escena internacional como Colin Powell, José Bové y Jesse Jackson lo han tomado como ejemplo para su lucha en favor de los derechos del hombre y su método de desobediencia civil a través de la no violencia como el mecanismo adecuado para conseguirlo.

Ha influido en los movimientos por los derechos del hombre en África del Sur y ha sido citado como inspiración por otro premio Nobel de la Paz que ha combatido por la igualdad en esos países: Albert Luthuli.

La mujer de Martin Luther, Coretta Scott King, siguió los pasos de su marido y se mantuvo muy activa respecto de los problemas de justicia social y de los derechos civiles hasta su muerte en 2006. El año del asesinato de su marido, fundó el King Center en Atlanta, dedicado a preservar su legado y su trabajo de promoción de la resolución no violenta de los conflictos, y de la tolerancia en el mundo.

Su hijo, Dexter King, es en la actualidad el presidente del centro y su hija Yolanda ha fundado la Higher Ground Productions, una organización especializada en el tratamiento de la diversidad.

En 2008, durante la elección presidencial estadounidense Barack Obama llenó su campaña de referencias a Martin Luther King y le rindió homenaje. Jesse Jackson, compañero de lucha de King, declaró que le habría gustado que este hubiese sido testigo de la victoria de Barack Obama, primer presidente de los Estados Unidos de color.

Críticas
Más allá de las acusaciones de infidelidad o de plagio académico, los militantes más radicales, como los del movimiento Black Power o Malcolm X, le dirigieron diversas críticas políticas, aunque no dañaron excesivamente su imagen.

Así, Stokely Carmichael se mostró en desacuerdo con la voluntad de integración de Martin Luther King, que consideraba como un medio para alcanzar sus fines y no como un principio. Stokely Carmichael veía, por tanto, la lucha de Martin Luther King como un insulto a la cultura afroamericana.

Omali Yeshitela, que había dirigido el International People's Democratic Uhuru Movement (UnPDUM), más radical, pidió también a los africanos que se acordasen de que la colonziación europea se había hecho de forma violenta y forzada, y no por integración en la cultura africana. Intentar integrarse en la cultura del colonizador es para ella también un insulto a la cultura original africana.

Presencia en la cultura popular

Varios artistas se han inspirado en el mensaje de Martin Luther King.

* El cantante Stevie Wonder escribió la canción Happy birthday para el álbum Hotter Than July (1980), en honor a Martin Luther King. El final de la canción cita un gran número de acontecimientos históricos y récords protagonizados por negros.
* El grupo U2, gran admirador de Martin Luther King, escribió las canciones MLK y Pride (In the Name of Love) del álbum The Unforgettable Fire (1984). Pride fue el éxito más grande que tuvieron en esa época y fue grabada de nuevo en concierto para el álbum Rattle and Hum. Repite las palabras del discurso I have a dream: « “Al fin libre”, cogieron tu vida, pero no pudieron coger tu orgullo. »
* Martin Luther King inspiró a Stan Lee para el personaje del Profesor Javier de X-Men. Javier preconizaba la integración de los mutantes en el seno del resto de los humanos, al contrario que Magneto, inspirado en Malcolm X.
* El grupo Rage against the machine en la canción Wake up (1992) menciona el asesineato de King como consecuencia d su lucha contra la guerra del Vietnam y la pobreza.

“Sabes que fueron por King, Cuando habló sobre Vietnam, Devolvió el poder a los pobres, Y entonces llegó el disparo (You know they went after King, When he spoke out on Vietnam, He turned the power to the have-nots, And then came the shot)”

Esta canción fue utilizada en la banda sonora de Matrix.
En Renegades of Funk (2000) se le menciona al lado de Sitting Bull, Malcom X o Thomas Paine como « renegados de su época y de su tiempo.»

* El grupo Downset cita a MLK junto a Rubén Salazar, Malcolm X y John Fitzgerald Kennedy en la canción My American Prayer (1994).
* En su canción They Don't Care About Us de 1995, Michael Jackson evoca los nombres de Roosevelt y de Martin Luther. La canción dice que estos dos personajes, de vivir, no habrían permitido que él hubiese sufrido violencia policial ni que hubiese sido víctima del odio.
* El rapero Common escribió, en colaboración con Will.i.am una canción en la que retoma palabras del discurso “I have a dream”, titulada “I have a dream”.
* Ben Harper, gran admirador, comentó:

Lo más asombroso de Martin Luther King, es que él respiraba la paz: emanaba de él, de todo su ser, del menor gesto y de la menor mirada. Cuando se está en ella, se puede avanzar. Es "el" gran hombre, uno de los seres más pacíficos que el mundo ha conocido; todo era oración para él y ese es exactamente el camino que debe seguirse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario