martes, 27 de diciembre de 2011

Cristina defendió la polémica ley de Papel Prensa: "Yo no pienso poner ningún diario"

La Presidenta afirmó que se "queden tranquilos", ya que con la iniciativa del control al papel de diario busca "que todos los pequeños empresarios puedan seguir conservándolos". También elogió el proyecto de Ley de Tierras e ironizó al recomendar “un tecito de tilo para los que están nerviosos”.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió hoy la polémica ley de Papel Prensa que busca regular la comercialización y distribución del papel de diario e ironizó al afirmar que se "queden tranquilos" que no piensa "poner ningún diario", porque "no" le "interesa".

"Yo no pienso poner ningún diario, no me interesa. La ley es para que cada uno pueda decir lo que quiera", aseguró la mandataria, al inaugurar la terminal de autobuses Néstor Kirchner en la localidad de San Rafael, Mendoza.

Según Cristina, la iniciativa que tuvo media sanción en Diputados apunta a garantizar "el acceso al insumo básico para los diarios pequeños que es el papel".

Además, dijo que "fue el Estado el que generó la primera fábrica de papel de diarios, con recursos de todos los argentinos para que los pequeños y medianos empresarios tengan igualdad de condiciones de acceso a un insumo básico como el papel de diario".

Por otra parte, la jefa de Estado se manifestó "orgullosa" por la media sanción que la Cámara de Diputados le otorgó al proyecto de Ley de Tierras pues fue en "defensa de la tierra argentina".

En ese marco, no se privó de lanzar una ironía y recomendó “un tecito de tilo para los que están nerviosos”.

http://www.larazon.com.ar/economia/Cristina-defendio-polemica-Papel-Prensa_0_305100184.html

martes, 20 de diciembre de 2011

La muerte de Kim Jong-il alimenta la esperanza de los refugiados norcoreanos

SEÚL — Los norcoreanos que pasaron clandestinamente al Sur huyendo de la opresión o la hambruna transmitían alegría el martes, un día después del anuncio de la muerte de Kim Jong-il, odiado por los refugiados políticos que esperan volver a su país cuando se haya liberado de la dictadura.
"¡Nunca me he sentido tan feliz!", exclamó Lim Young-sun, un ex teniente del ejército norcoreano que desertó en 1993. "Mis amigos y yo estábamos tan eufóricos que comimos y bebimos toda la noche", contó a la AFP.
Sus rostros radiantes contrastaban con las escenas de dramática tristeza colectiva difundidas desde el Norte por la televisión estatal después de la muerte del dictador que dirigía el país con mano férrea desde 1994.
"¿Cómo no alegrarse cuando el verdugo del siglo se murió? Lo más divertido es que Kim, que quería matarme, se murió antes que yo", ironizó Park Sang-hak, que preside la organización "Los combatientes por una Corea del Norte libre".
Con otros disidentes refugiados en el Sur, prevé lanzar el miércoles hacia el Norte 200.000 panfletos en globos inflados con helio.
Un verdadero placer después de haber escapado recientemente a una tentativa de asesinato en Seúl. Un ex miembro de las fuerzas especiales norcoreanas, que le había dado cita haciéndose pasar por un tránsfuga, fue detenido recientemente en posesión de una aguja envenenada y de otras armas.
Cientos de personas huyen cada año del hambre y la represión que afectan a Corea del Norte. Oficialmente, más de 21.700 norcoreanos han huido hacia el Sur desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953), la mitad de los cuales en los últimos cinco años.
Otros cientos o miles viven en China, a merced de traficantes de seres humanos y de las autoridades chinas que los consideran como emigrantes económicos y los devuelven al Norte.
Kim Seung-chul, un ex arquitecto que dirige una radio que emite hacia su país natal, sostiene que "según personas informadas, la gente no está tan triste como muestra la televisión y que todo está orquestado".
"Hay una posibilidad de cambio rápido en Corea del Norte", agregó.
El Comité por la Democratización de Corea del Norte publicó un comunicado saludando la muerte del dirigente comunista, pero también lamentó que Kim Jong-il no haya sufrido el destino de dictadores como el libio Muamar Gadafi, muerto por los rebeldes en circunstancias aún poco claras.
"Pagará en el infierno por todos los sufrimientos inhumanos que ha infligido al pueblo", comenta el comunicado. "El 17 de diciembre debería ser el día en que la democratización se puso en marcha en el Norte y en que los norcoreanos han recuperado sus derechos".
Algunos disidentes esperan que el inexperimentado Kim Jong-un, el hijo pequeño de Kim Jong-il designado para su sucesión, no aguantará a pesar del apoyo de la nomenclatura, de las fuerzas armadas y de la poderosa propaganda del régimen.
Jung Gyoung-il, presidente de la "Red democrática contra el gulag norcoreano", apuesta también por un fracaso de lo que constituye la segunda sucesión hereditaria desde Kim Il-sung, fundador del régimen y abuelo de Kim Jong-un, fallecido en 1994.
"Va a tomar el poder pero no durará. Como máximo tres años", vaticinó por su parte Kim Seung-chul, el ex arquitecto.
Park Sang-Hak también opina que "la sucesión es inestable" o por lo menos así lo espera.
"Kim Jong-il ha desaparecido tan pronto. Pensaba que viviría aún tres o cuatro años, pero ahora que ya no está, las posibilidades son menores para Jong-un".


http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5gZcb7_fV1TTZuICVnCaEfE4oapig?docId=CNG.ca4cefee6d223ed77e811d1f8a2342f1.5c1

Argentina recuerda los diez años de la caída de De la Rúa y clama justicia

Aún sigue sin castigarse a los responsables de la muerte de 32 personas durante las protestas violentas que sacudieron el país en diciembre de 2001

Tal día como hoy, hace diez años, el entonces presidente de Argentina, el radical Fernando de la Rúa, se subía a un helicóptero en la terraza de la Casa Rosada (sede presidencial) y se marchaba tras presentar su renuncia. Frente a ese edificio, en la Plaza de Mayo se libraba una batalla campal entre policías a caballo y manifestantes que pedían la dimisión del jefe de Estado que desde hace dos años venía aplicando ajustes fiscales para evitar la suspensión de pagos y desde unas semanas había congelado los ahorros bancarios.
De la Rúa había declarado un día antes, el 19 de diciembre de 2001, el estado de sitio ante los saqueos que se repetían en los barrios populares de Buenos Aires y en otros sitios de Argentina. La población, lejos de amedrentarse con la orden de aquel débil presidente, salió a la calle batiendo sus cacerolas para reclamar bajo el grito del “que se vayan todos”. Entre el 19 y el 20 de diciembre unas 38 personas, siete de ellas menores de edad, murieron a manos de agentes de seguridad y comerciantes en horas en las que reinaba la anarquía de las balas. Solo en seis de esos casos ha habido condenas.
De la Rúa fue en su momento procesado por seis crímenes cometidos por la fuerza que él tenía a su cargo, la Policía Federal, que actúa solo en Buenos Aires. Sin embargo, fue sobreseído en 2009 y un tribunal de apelaciones ratificó su inocencia en 2010. No obstante, uno de los organismos de derechos humanos que se ha presentado como querellante, el Centro de Estudios Legales y Sociales, ha apelado la decisión ante una tercera instancia. Los acusados por esos homicidios son el secretario de Estado de Seguridad del Gobierno de De la Rúa, Enrique Mathov, el exjefe de la Policía Federal Rubén Santos y otros seis agentes más. Su juicio comenzará en junio próximo y sobre los imputados pueden llegar a recaer penas de hasta cinco años de prisión.
De momento han sido condenados algunos policías y comerciantes que dispararon a personas inocentes en las protestas populares frente a sus supermercados por seis casos ocurridos en diversas provincias. Los responsables recibieron penas de entre seis y 15 años de cárcel.
El excandidato presidencial del Frente Amplio Progresista Hermes Binner aprovechó la fecha de hoy para reclamar que también se condene a los responsables políticos de los delitos cometidos en la provincia que él gobernó entre 2007 y el pasado 10 de diciembre, la de Santa Fe. Todavía quedan por resolverse 32 crímenes, incluidos los cometidos por la Policía Federal y por las fuerzas de seguridad provinciales.
Entre el 19 y el 20 de diciembre unas 38 personas, siete de ellas menores de edad, murieron a manos de agentes de seguridad y comerciantes
El Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner también recordó el aniversario de la caída de De la Rúa. El jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina, recorrió una muestra de fotos de aquellos días de violencia que organizó la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina en la Plaza de Mayo. Abal Medina opinó que esas imágenes no solo representan "el final del gobierno de Fernando de La Rúa sino del modelo que comenzó con sangre y fuego el 24 de marzo de 1976", es decir, con el inicio de la última dictadura militar. El funcionario se refería al modelo económico neoliberal que el kirchnerismo ha intentado desarmar.

De la Rúa se defiende

De la Rúa también habló y lo hizo para responsabilizar de los saqueos de supermercados a dos dirigentes del peronismo, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, y al entonces senador Eduardo Duhalde, que a principios de enero de 2002 asumió la jefatura de Estado. "Esta era una conspiración inspirada por Duhalde y Ruckauf desde la provincia de Buenos Aires. Había problemas, y dramáticos, la crisis se precipitaba y los ambiciosos de adentro pugnaban por tomar el poder, mientras el Fondo Monetario (Internacional) nos ahogaba aplicando la llamada teoría del riesgo moral perversa que vulnera los principios institucionales de organización", declaró De la Rúa al portal de noticias Infobae.
Ruckauf le contestó al expresidente por el mismo medio: "De la Rúa construyó en su mente una conspiración para tratar de explicar su fracaso. Creo que es una fuga psicológica la de él. Creía que los gobernadores teníamos un problema con él, y en realidad el problema era que no nos mandaba fondos para pagar los sueldos. Por eso tuvimos que sacar monedas como el patacón, que se sacó con su acuerdo y su firma. Era una sensación absoluta de ingobernabilidad, que estalla cuando se confiscan los depósitos, y cuando la clase media, que lo había votado, sale a la calle".
De la Rúa se había opuesto firmemente a la suspensión de pagos y a la devaluación del peso, cuyo precio llevaba 10 años atado al dólar. Tras su renuncia se sucedieron otros cuatro presidentes en menos de dos semanas. Uno de ellos, Adolfo Rodríguez Saá, declaró la suspensión de pagos y Duhalde devaluó la moneda. Decenas de argentinos hacían colas en embajadas como las de España para conseguir la nacionalidad de sus antepasados y huir de su país en crisis política, económica y social. Algunas de esas familias que migraron a España están regresando entre el paro peninsular y la recuperación de la economía argentina.
Lomadee, una nueva especie en la web.

http://internacional.elpais.com/internacional/2011/12/20/actualidad/1324407805_667093.html