miércoles, 5 de septiembre de 2012

China en la encrucijada

DE CARA AL XVIII CONGRESO


Por Martine Bulard*

El Partido Comunista Chino está preparando su próximo Congreso. Para despejar el terreno resolvió destituir al dirigente Bo Xilai y despachar velozmente el juicio a su mujer, acusada de asesinato. Pero las contradicciones se acentúan en el país que hoy constituye la segunda economía mundial…



Reuniones secretas, encuentros improvisados, asuntos incómodos cuidadosamente escondidos bajo la alfombra, pero también playa y cielo azul... el Partido Comunista Chino (PCC) tiene una forma muy particular de preparar su próximo Congreso. Su fecha oficial aún no se conoce, pero los delegados ya fueron elegidos. Y antes de la reunión cumbre que tendrá lugar en Pekín (“durante el segundo semestre”, según se dice oficialmente; a mediados de octubre, según algunas fuentes), el partido quiere dejar el terreno despejado. Se deshizo del caso Bo Xilai, el ex líder de la ciudad-provincia de Chongqing, despachando en dos días el juicio a su mujer Gu Kailai, acusada de asesinato. Trata de resolver las discusiones políticas internas y sobre todo los conflictos personales antes de la fatídica fecha, y reunió en la elegante estación balnearia de Beidaihe a la flor y nata comunista. Oficialmente la reunión no existe, pero la prensa oficial ya informó sobre la llegada de unos sesenta invitados distinguidos...

Un juicio resuelto rápidamente

Primera parte de la operación de limpieza: el juicio tan espectacular como veloz de la esposa de Bo, el 8 y 9 de agosto pasados en Hefei (Anhui). Gu Kailai está acusada de homicidio del empresario británico Neil Heywood, encontrado muerto en su cuarto de hotel en Chongqing, en noviembre de 2011. Ni ella ni Zhang Xiaojun, su cómplice señalado, tuvieron derecho a elegir su propio abogado. Incluso el pintor contestatario Ai Weiwei, quien no puede ser sospechado de proximidad ideológica con los ex dirigentes de Chongqing, se mostró conmovido: “El sistema legal dirigido por el partido constituye una amenaza no sólo para gente como yo, sino también para los dirigentes”, señaló en una entrevista concedida al Financial Times, publicada bajo el título “Ai Weiwi defiende a Bo Xilai”. “Hasta ahora, nadie sabe qué pasó con Bo Xilai”, agregó (1).
En este juicio no hubo ni abogado elegido libremente ni, mucho menos, pues, representantes de la prensa internacional, según la más pura tradición local. En cambio, y de manera muy oportuna, asistió al proceso un estudiante que tomó notas, publicadas por todos los medios de comunicación occidentales así como por el muy oficial China Daily. Allí uno se entera de que el especulador inglés utilizó su red para que el hijo de Bo pudiera ingresar a Oxford y vivir en la opulencia, antes de ingresar a Harvard; y que resultó ser un financista muy codicioso. Al término de una oscura operación inmobiliaria que no salió bien, reclamaba una compensación de 14 millones de libras (alrededor de 18 millones de euros) y profería amenazas. Gu “tuvo miedo de que secuestraran y asesinaran a su hijo, y acudió a la policía de Chongqing. Wang Lijun (entonces número uno de la policía de la megalópolis) aceptó ocuparse del asunto. Pero como éste se desarrollaba en Inglaterra y no había pruebas concretas, no pudo recurrir a la fuerza. Fue entonces cuando Gu Kailai tuvo la idea de asesinar a Neil Heywood, con el fin de proteger a su hijo” (2).
En resumen, fue para defender a su hijo –objeto de todo tipo de atenciones en China– que Gu habría asesinado a este especulador extranjero, y además chantajista. Se dice que cada término de la acusación (y los testimonios) fue negociado entre la dirección del partido, Gu, su entorno y sus apoyos. Imposible de comprobar, por supuesto. Pero es evidente que si bien los cargos son graves (asesinato), están acompañados de circunstancias atenuantes, y toda huella del delito de corrupción desapareció (ver el veredicto más abajo).

Extraña aparición de Bogu

La prensa china informó sobre el proceso (con apenas un pequeño desfase en el tiempo). Pero, bajo la pluma oficial, Gu se convirtió en Bogu, combinación del apellido de su marido con el suyo, algo que no sucede prácticamente nunca. En China, aun casada, una mujer conserva su apellido de soltera. Pero la ventaja de añadirle el apellido de su marido es recordarle al pueblo que el poder ataca a los más altos dirigentes –Bo y su familia– cuando cometen un error. Una justicia igual para todos.... incluso para los “hijos de príncipes”, es decir, los hijos de los héroes de la revolución maoísta, que ocupan cargos en el seno del partido y suelen ser señalados por sus privilegios. En cuanto al propio marido, fue destituido de sus funciones en marzo pasado por “violación de la disciplina del partido”. Poca cosa, pero lo suficiente para excluir a Bo y sus ambiciones (debía convertirse en uno de los principales dirigentes en el próximo Congreso); su corriente política (social y autoritaria) y sus puntos de apoyo (tanto en el ejército como en el partido) resultaron debilitados.

Importantes decisiones

Segunda parte de la gran limpieza previa al Congreso: el propio partido. En principio, el cambio de equipo se prepara desde hace mucho tiempo (durante el Congreso anterior), al designarse a los adjuntos de los principales responsables varios años antes del vencimiento de sus mandatos. Sin sorpresas, el actual vicepresidente Xi Jinping reemplazará al presidente Hu Jintao, mientras que el viceprimer ministro Li Keqiang ocupará el cargo del primer ministro Wen Jiabao. Para los demás, los pronósticos son más inciertos, y los acuerdos realizados con antelación se vieron alterados por el caso Bo. Probablemente las discusiones sean más acaloradas de lo previsto.
Es en Beidaihe donde se decide la composición del Comité Permanente del Buró Político (CPBP) –el corazón del poder–, la Secretaría y el Buró Político que conducirán los destinos del país. Es allí donde Mao Zedong tenía su residencia de verano. Es allí donde se encuentran cada agosto dirigentes comunistas y veteranos influyentes como Jiang Zemin (86 años, ex presidente de la República), Li Peng o Zhu Rongji (ambos de 84 años y ex primeros ministros). Es allí también donde antes de cada Congreso se discuten y deciden el texto de orientación y la lista de los afortunados que se elegirán en el futuro.
Lo cual no excluye consultas previas. El discurso que el secretario general del partido (y presidente de la República) lee en la apertura del Congreso y que determina las grandes líneas del programa de los próximos cinco años es objeto de discusiones y acuerdos. Según uno de los más grandes especialistas del PCC, Li Cheng, para el anterior Congreso “hubo seis versiones de ese discurso a nivel del Comité Permanente (CPBP), dos versiones a nivel del Buró Político, y 5.600 personas habrían sido consultadas a nivel del Comité Central, en las provincias, en el ejército (...)”. Li precisa que si bien “la preparación es más abierta, sigue siendo la élite la que decide” (3). Este año, nada se filtró de las futuras orientaciones ni de los textos discutidos.

Apertura y contradicciones

Sólo el tradicional discurso pronunciado por el presidente Hu, el 28 de julio, en la Escuela Central del partido en Pekín, puede ofrecer algunas pistas: “China se encuentra en una encrucijada”, señaló, según la jefa de redacción del diario económico Caixin (4). Luego de treinta años de reformas y apertura, se convirtió en la segunda economía mundial, pero al precio de contradicciones y problemas que se acumulan: profundización de los conflictos sociales, corrupción creciente, distribución desigual de los ingresos, degradación ecológica y ambiental... Para resolver estas cuestiones, es necesario lograr un consenso en el seno de la sociedad. Sin embargo, algunos cuestionan la reforma y la apertura, y preconizan una marcha atrás. No son muchos pero son poderosos, y supieron obtener la adhesión de funcionarios y de la gente. Fue precisamente por estar preocupado por esta tendencia que el primer ministro Wen quiso alertar, en marzo pasado, durante el cierre de la Asamblea Nacional Popular, sobre la necesidad de aprender la lección y no retomar los tortuosos caminos del pasado.
Llamando a “enarbolar la bandera del socialismo con características chinas”, Hu se pronunció por la continuación de las reformas a un ritmo acelerado –lo cual exige “un nuevo desarrollo teórico” –precisó– del mismo tipo que el de “la economía socialista de mercado” o las “tres representaciones” que permitieron el ingreso de empresarios en la dirección del partido–. Por primera vez, hizo referencia a la “salvaguarda del Estado de derecho nacional” (hasta ahora, se hablaba más bien de “legalidad socialista”). Finalmente, estimó que era necesario “garantizarle al pueblo el ejercicio de los derechos democráticos previstos por la ley en materia de elecciones, toma de decisiones, administración y control”... Uno podría alegrarse de ello si la promesa no hubiera estado presente ya en el programa del XVII Congreso en 2007, con los resultados conocidos. ¿Habrá sensibles progresos en la próxima reunión cumbre comunista? Nadie puede afirmarlo, pero ni el pasado ni el presente llevan a ver el futuro color de rosa (o de rojo).
En cuanto a la composición del nuevo equipo, los cónclaves de Beidaihe están destinados a encontrar un acuerdo entre las corrientes. El Comité Permanente podría reducirse de nueve a siete miembros, como antes de 2002. Del mismo modo, el actual presidente no se retiraría completamente y podría conservar el control del ejército, al menos durante dos años, como lo hizo su predecesor Jiang Zemin. Sólo la élite de la élite decide... tal como lo muestra el dossier “Cómo China está cambiando el mundo” que Le Monde diplomatique publicará en su edición de septiembre.

Actualización del 20 de agosto de 2012
Gu Kailai fue condenada a “la pena de muerte en suspenso”, fórmula china que significa prisión perpetua, salvo circunstancias especiales; lo que deja rondando sin embargo una amenaza y empuja a todo el mundo y especialmente a sus autores a cierta reserva. Su mano derecha, Zhang Xiaojun, en cambio, recibió una pena de nueve años de prisión. Final, pues, de la primera parte del caso Bo.

1. Leslie Hook, “Ai Weiwei comes to defence of Bo Xilai”, Financial Times, 18 de julio de 2012.
2. Véase Brice Pedroletti, “Un étudiant chinois raconte sur le Web le procès de Gu Kailai”, Le Monde, París, 10-8-12.
3. Li Cheng, “Preparing for the 18th party congress: Procedures and mechanisms”, China Leadership Monitor, Washington, N° 36, enero de 2012.
4. Shu Li, “Discurso de Hu Jintao del 28 de julio”, editorial en su blog (en chino); resumen en la revista de prensa semanal de la Embajada de Francia, 23 de julio - 3 de agosto.


Este artículo fue originalmente publicado en http://blog.mondediplo.net/2012-08-16-Les-communistes-chinois-a-la-plage


* Jefa de Redacción, Le Monde diplomatique, París.
http://www.eldiplo.org/notas-web/china-en-la-encrucijada/

Egipto: ¿una nueva etapa?


PULSEADA CON EL EJÉRCITO

Por Alain Gresh*

El pasado 12 de agosto, el presidente Mohammed Morsi destituyó al ministro de Defensa, próximo al ex presidente Hosni Mubarak, y anunció la destitución de los principales miembros de la cúpula del ejército. Así Morsi intenta retomar el control del país tras las elecciones de junio.

La decisión del presidente egipcio Mohammed Morsi de destituir al mariscal Hussein Tantawi y nombrar a Abdel Fattah Al-Sissi como nuevo ministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas es un paso importante en la historia –todavía breve, no lo olvidemos– de la revolución egipcia que empezó el 25 de enero de 2011. El presidente también despidió a los principales líderes de las fuerzas armadas: el jefe del Estado Mayor (Sami Annan), los jefes de la Fuerza Aérea y la Marina, el de Defensa Aérea... ¡Tantawi y Annan habían sido condecorados y nombrados consejeros del presidente!
Morsi también anuló el decreto constitucional que había sido aprobado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) en vísperas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y que en su momento describí como un intento de golpe de Estado (recordemos que, en virtud de este decreto, el presidente quedaba sin autoridad para revocar a los jefes del ejército). 
El nuevo texto de la Constitución decretado por el Presidente le atribuye a éste todos los poderes ejecutivos y legislativos, así como la posibilidad de designar una nueva Asamblea Constituyente en caso de que la existente se revele incapaz de llevar a cabo su tarea.
Por último, Morsi nombró al juez Mahmud Mekki como vicepresidente. Este magistrado es conocido por su independencia y por su participacion, en 2005, del movimiento de los jueces egipcios contra la injerencia del poder político, que Mekki no se ha cansado de denunciar.
Un informe de Amnistía Internacional recuerda que a principios de 2012, Sissi –por entonces jefe de inteligencia militar– se reunió con una delegación de la organización preocupada por el uso de pruebas de virginidad. En esa ocasión, Sissi respondió que esas pruebas se hacían para garantizar que los militares no fueran acusados de violación, pero también aseguró que no se repetirían.

Un ejército debilitado

Recordemos que Morsi, miembro de los Hermanos Musulmanes, fue elegido presidente en junio de 2012. Es la primera vez que un civil es electo para encabezar el Estado egipcio desde que los “oficiales libres” asumieron el poder en julio de 1952. Recordemos también que en 1954 ya había surgido un duro enfrentamiento entre los militares y los Hermanos Musulmanes.
Todavía es difícil medir el impacto de esta decisión y saber si se encontrará con una oposición dura dentro del ejército o del poder judicial que cuestione su constitucionalidad. La prensa egipcia cita fuentes dentro del CSFA según las cuales se trataría de una decisión esperada que no sorprendió a Tantawi. Es posible que exista entre los oficiales una corriente que quiera terminar con Tantawi, un representante del antiguo régimen y su corrupción, y encontrar un nuevo equilibrio entre el ejército y el poder civil . El reciente ataque contra militares egipcios en Gaza, que dejó dieciséis muertos, no hizo sino quitarle prestigio al ejército. Morsi aprovechó entonces la oportunidad para destituir al jefe de inteligencia.
Entre las primeras reacciones se encuentra la de Abdel Moneim Abul Futuh, que salió cuarto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y anunció su apoyo a Morsi. [A modo de recordatorio, los resultados de los cuatro candidatos principales en aquella primera vuelta fueron: Morsi, 24,8% de los votos; Ahmed Shafik (candidato del antiguo régimen), 23,6%; Hamdin Sabbahi (nasseriano), 20,7%, y Abul Futuh, 17,5%.]
Esta crisis confirma el debilitamiento del papel del ejército. Luego de la segunda vuelta de las presidenciales, este último –o en todo caso el CSFA– dudó en aceptar el resultado: la Comisión Electoral se tomó una semana para proclamar la victoria de Morsi, aun cuando los números se conocían desde hacía tiempo (1). Ahora da la impresión de que ya no hay vuelta atrás.
Pero ello no resuelve en absoluto los problemas del futuro de Egipto, que enfrenta dos grande desafíos de política interior: la consolidación de un régimen democrático representativo y las transformaciones económicas y sociales. Para abordar la primera, los Hermanos Musulmanes deberían participar en la solución, ya que en este país no puede haber democracia sin su participación en todos los asuntos, en la misma medida que las otras fuerzas políticas. Para la segunda cuestión, las cosas no son tan obvias: los Hermanos, o en todo caso sus líderes, promueven el liberalismo económico y la economía de mercado. Pero no están relacionados con el capitalismo depredador que ha venido saqueando Egipto durante dos décadas y, aun conservando su orientación, podrían “moralizar la vida económica”, lo cual no sería una victoria menor.
Un artículo de Egypt Independent lo recuerda: los egipcios de entre 18 y 29 años de edad representan un cuarto de la población y la mitad de ellos vive en la pobreza. Estos jóvenes derrocaron a Mubarak para salir de esta miseria y recuperar su libertad y dignidad, y no están dispuestos a olvidarlo.

1. Véase Alain Gresh, “Época de cambios”, nota web, junio de 2012. www.eldiplo.org.




*Esta nota fue originalmente publicada en Les blogs du Diplo, Le Monde diplomatique, París, http://blog.mondediplo.net/2012-08-12-Egypte-une-nouvelle-etape.

* De la Redacción de Le Monde diplomatique, París.

http://www.eldiplo.org/notas-web/egipto-una-nueva-etapa/