lunes, 4 de junio de 2012

El año del coraje


Amnistía Internacional actualiza un año más la situación de los derechos humanos en el mundo con la publicación de su Informe 2012.

En 2011, un número sin precedentes de personas salió a la calle para exigir democracia, libertad y justicia. El éxito de los levantamientos en Túnez y Egipto a comienzos de año desencadenó protestas en toda la región y posteriormente en el resto del mundo, como en Moscú, Londres y Atenas en Europa; Dakar y Kampala en África; Nueva York, La Paz y Cuernavaca en América o Phnom Penh y Tokio en Asia.

Pese a las restricciones impuestas a la libertad de expresión en al menos 91 países del mundo, la gente tomó la calle, las ondas e Internet convencida de que el cambio era posible.

La respuesta por parte de muchos Gobiernos ha sido la represión y la indiferencia. Desde Amnistía Internacional hemos documentado que en 101 países del mundo se practicaron torturas y otros malos tratos, en muchos casos por haber participado en manifestaciones contra Gobiernos.

El valor de estos millones de manifestantes ha contrastado con el fracaso del liderazgo internacional, en especial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su no intervención en Sri Lanka y su pasividad ante los crímenes contra la humanidad en Siria hicieron que el Consejo de Seguridad apareciera como un órgano anacrónico incapaz de llevar a cabo su función de guardián de la paz mundial.

La comunidad internacional no sólo no actúa como garante de la paz, sino que además arma a Estados opresivos. Medio millón de personas sigue muriendo al año a causa de la violencia armada, y millones más resultan heridas, son reprimidas con brutalidad, sufren violaciones o se ven obligadas a abandonar su hogar a causa de los conflictos o la violencia armada.

En julio de 2012, cuando se celebre la conferencia internacional de Naciones Unidas, pediremos que se establezca un sólido Tratado sobre el Comercio de Armas que impida que los políticos antepongan los intereses económicos a los derechos humanos. Un Tratado que no pueda ser ninguneado por el veto absoluto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, al ser éstos los mayores proveedores de armas del mundo.

Otras novedades mundiales destacadas en el Informe 2012 de Amnistía Internacional:


Estados muy represivos como China emplearon todo el peso de su aparato de seguridad en reprimir las protestas. No hubo ninguna mejora en la terrible situación de los derechos humanos en Corea del Norte.
En el África Subsahariana, los levantamientos de Oriente Medio y el Norte de África encontraron gran eco entre la población, pero en países como Angola, Senegal o Uganda se hizo un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes.
Las protestas sociales cobraron fuerza en América, y a menudo provocaron abiertos enfrentamientos entre los ciudadanos y poderosos intereses económicos y políticos. En países como Brasil, Colombia y México los activistas fueron víctimas de amenazas y homicidios.
En Rusia, el activismo civil creció y el país fue escenario de las mayores manifestaciones desde el hundimiento de la Unión Soviética, pero las voces de oposición fueron víctimas de abusos.
No hubo señales de cambio significativo en países como Turkmenistán y Uzbekistán. Azerbaiyán, país anfitrión del Festival de la Canción de Eurovisión de 2012, donde aún hay 16 presos de conciencia encarcelados por hacer oír sus voces en 2011, reprimió la libertad de expresión.
A pesar de la violencia tras el referéndum en el que Sudán del Sur votó a favor de su independencia, el Consejo de Seguridad de la ONU, junto con el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, volvieron a no condenar los abusos de las Fuerzas Armadas de Sudán.
El gobierno de Irán, cada vez más aislado e intolerante con la disidencia, utilizó la pena de muerte con un entusiasmo sólo superado por China, mientras que Arabia Saudí reprimió con fuerza a los manifestantes. Israel mantuvo el bloqueo de Gaza, prolongando la crisis humanitaria, y continuó con la expansión de los asentamientos ilegales en Cisjordania. Las organizaciones políticas palestinas Fatah y Hamás hicieron blanco de sus ataques a sus respectivos simpatizantes; las fuerzas israelíes y los grupos armados palestinos llevaron a cabo ataques en represalia en Gaza.
Myanmar tomó la importante decisión de poner en libertad a más de 300 presos políticos y permitir a Aung San Suu Kyi presentarse a las elecciones. Sin embargo, el constante hostigamiento y detención de activistas indicaron que la reforma tenía límites.
Entre las tendencias observadas figuran los abusos contra las comunidades indígenas en América a medida que se intensificaban las iniciativas para explotar los recursos; el empeoramiento de la discriminación en África por la orientación sexual o la identidad de género; el endurecimiento del discurso xenófobo de algunos políticos europeos y el incremento de la vulnerabilidad a los actos terroristas perpetrados en África por grupos islamistas armados.
Entre los avances figuran la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte, las fisuras a la impunidad por abusos cometidos en el pasado en América; y los pasos históricos hacia la justicia que supusieron las detenciones del general serbobosnio Ratko Mladić y el serbocroata Goran Hadžić para ser juzgados por los crímenes perpetrados en las guerras de los 90 en Yugoslavia.

http://www.es.amnesty.org/nuestro-trabajo/informe-anual/

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