martes, 15 de mayo de 2012

¿Cómo hacer una entrevista genealógica?


Registrando la información
Cuando se toman los apuntes, fechar la primera página. Escribir el nombre del entrevistado, el nombre de quien dirige la entrevista, y donde se realiza el encuentro.
Años después, cuando sus nietos encuentran las notas querrán saber estos detalles. Guardar la entrevista en un cuaderno de notas en la sección indicada para esta información o por el nombre familiar para poder encontrarlos al instante.
En caso de querer almacenarlo en una computadora, trasladar las notas a su procesador de textos, entrando en ellos por el nombre de la familia para la recuperación fácil, o al lugar apropiado en su software genealógico.

Fotografías
Capturan la esencia de un momento en un segundo, y eternizándola para siempre. A veces, los resultados de una investigación de los antecedentes familiares, necesita de la identificación visual de la persona buscada.
La meta de la investigación con fuentes caseras, es organizar y catalogar estas pistas acoplándolas al pasado y, si se tiene un poco de experiencia o suerte, ubicarlas en tiempo y lugar. Si bien es cierto que muchas veces, las pistas pueden ser pocas, lo importante es saber utilizarlas para descubrir la mayor cantidad de datos posibles en tiempo y lugar.

Postales
Aunque no son tan personales como las fotografías de la familia, las postales son una buena pista para descubrir antecedentes familiares. Las postales pueden mostrar y representar los lugares en donde vivió su familia alguna vez, incluyendo el sitio de donde su familia emigró, la forma en que viajó, etc.
Los mensajes escritos en postales pueden agregar más datos sobre la familia y proporcionar más información sobre la forma de vida de sus antepasados.


Qué y cómo preguntar
Es fundamental preguntar por las personalidades y las apariencias físicas de sus antepasados. Averiguar si eran de buen corazón, callados o bulliciosos, su apariencia física detallada, y no sólo cuando y donde nacieron.
Si se habla de una mujer averiguar el apellido de soltera, e indagar sobre la historia familiar antes del casamiento. Las preguntas ayudan a la familia a recordar, y esto es aún más importante en el caso de las personas mayores que pueden confundir la historia real con alguna imagen que haya quedado en su recuerdo.
Puede pasar que los recuerdos no vengan a la mente con rapidez, en esos casos es mejor no presionar sobre la respuesta, sino cambiar el tema y dejar que la respuesta salga por una sucesión de recuerdos diferentes.
Muy pocas veces se consigue toda la información en un solo día, en general los intervalos son fuente de descanso para la mente y una vía para recapitular con claridad.
Sin embargo, muchas veces el “no lo recuerdo” puede ser una cortina que el consultado ha impuesto para no traer al presente hechos que quizás en su época fueron vergonzantes. No es bueno presionar sobre eso, sobre todo porque el “gran secreto” puede tratarse solo de un casamiento hace cien años que poco significa para la historia en si y que puede trabar la fluidez en el dialogo posterior.
Asegurar simplemente que lo que se quiere saber de su familia es por el interés sobre sus raíces. Estos obstáculos pueden retardar una búsqueda, pero conseguir la información puede ser crucial para el éxito.
Puede ser que la persona averiguada se haya casado por segunda vez y esto complique la búsqueda de su lápida. Sea paciente. Haga las mismas preguntas a varios parientes; es probable que usted consiga la información deseada a tiempo, aunque es difícil obtener siempre los detalles enteros de la familia.

¿Será cierto?

Otra variante para la recopilación de datos es la investigación en los periódicos locales. Y en el caso de charlar con conocidos o personas cercanas, es imprescindible tener en cuenta la tergiversación que se genera con el “boca a boca”. Tratar de chequear la información hasta estar seguro de su certeza.
Todas las tradiciones familiares deben anotarse cuidadosamente, y aceptar el relato pacientemente como el genealogista. No ridiculizar las tradiciones familiares, incluso cuando se sospecha que ellas son falsos. Y por sobre todas las cosas respetar los sentimientos de aquellos que los creen. Luego, si es necesario, puede corregirlos diplomáticamente cuando tenga mayor evidencia.

¿Sobre quién averiguo?
También es necesario indagar no sólo de mamá y papá, sino de todos: las tías, tíos, los primos, y sobre todo todos los parientes más viejos. Apuntar todas las respuestas totalmente. No confrontar opiniones si se sabe que la información es incorrecta. Los recuerdos pueden ser defectuosos, y la edad podría ser un factor.
El propósito de las preguntas es darle un punto del principio para la búsqueda. Se necesita saber los nombres de aquellos que usted está buscando, alguna idea de fechas para que saber qué archivos investigar, y si es posible, las situaciones en que ellos vivieron.
Se recomienda hacer muchas preguntas previamente apuntadas en una lista. Algunas de ellas podrían ser: el nombre del abuelo, ¿El apodo? ¿Cuándo y dónde nació?, el nombre de su padre, el apellido de soltera de su madre, ¿El abuelo tenía hermanos y hermanas? ¿Cuál fueron sus nombres? ¿Cuándo y donde nacieron? ¿Dónde vivieron? ¿Ellos siempre vivieron allí? ¿Dónde podrían haber vivido el resto de ellos ? ¿Los nombres de las tías y tíos del Abuelo?
¿A quien se parecía el abuelo? ¿Tiene alguna fotografía de él? ¿Qué hacia el abuelo para ganarse la vida? ¿Dónde está enterrado? ¿Hay una lápida? ¿El abuelo alguna vez sirvió en el ejército? ¿A qué iglesia o congregación asistía? ¿Tenía un comercio? ¿Una afición?
Las respuestas lo llevarán a más preguntas y a los archivos de sus antepasados. Hasta que usted no sepa fechas aproximadas y situaciones, no habrá ninguna huella por seguir.

El costo de una búsqueda genealógica
Estos elementos impensados, pueden ser:
1. Que su antepasado sea hijo extramatrimonial
2. Alguna conexión familiar con la que usted no contó.
3. La aparición de hermanos, de los que desconocía la existencia.
4. Que su antepasado se haya casado más de una vez.
5. Que su antepasado haya emigrado.
6. Un inesperado estatus de nobleza.
7. La falta de documentos de parentesco, que hacen imposible continuar con la investigación.
Estos son sólo algunos de los muchos puntos por los cuales una investigación puede tomar, eventualmente, un recorrido muy distinto del previsto originalmente. Sin embargo, también habrá otros factores, muy comunes en cualquier investigación genealógica, que podrán obstaculizar el proceso.

http://genargentina.com.ar/genealogia/entrevista-genealogica.html


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