lunes, 25 de julio de 2011

El asesino de Noruega dice tener otras dos células para atentar


El juez que instruye el caso por el doble atentado de Noruega, en el que murieron 93 personas, ha dictado prisión provisional de ocho semanas para el autor confeso de los ataques, Anders Behring Breivik, que ha vuelto a reconocer los crímenes ante los tribunales, pero ha declarado que "no se siente culpable" de un acto criminal.

Breivik, que ha ha reconocido tanto haber colocado el coche bomba en Oslo como haber tiroteado a los jóvenes de la isla de Utoya, estará sometido a cuatro semanas de aislamiento total en prisión, durante las cuales no podrá ni leer periódicos ni recibir visitas o cartas, tan solo podrá reunirse con su abogado.

El autor de la masacre del pasado viernes, que hasta ahora había mantenido que actuó solo, ha admitido que su organización cuenta con dos grupos más de colaboradores.

"Las declaraciones que ha realizado el acusado hoy precisan de investigaciones adicionales, incluyendo lo de que 'hay dos células más en nuestra organización'", ha señalado el juez Kim Heger.

En Polonia, la policía investiga un posible vínculo con el detenido y este país, donde al parecer Breivik habría comprado los fertilizantes. Varias fuentes hablaban de un posible detenido, pero la policía polaca ha desmentido esta información y ha asegurado cualquier producto que comprase allí era legal.

El ultraderechista e islamófobo, como él mismo se define, ha afirmado ante los tribunales que actuó "para salvar a Occidente de los musulmanes".

La expectación ante el Tribunal de Oslo ha sido máxima durante toda la mañana. Entre fuertes medidas de seguridad tanto periodistas como curiosos se han concentrado para ver la llegada de Breivik.

"Traidor", "asesino", gritaron los ciudadanos noruegas cuando a un todoterreno en el supuestamente viajaba el asesino, aunque ninguna fuente oficial ha confirmado que efectivamente fuera Breivik quien se encontraba en su interior.
Comparece a puerta cerrada

La comparecencia, como pedía la Fiscalía, ha sido a puerta cerrada, sin medios de comunicación, después de que el abogado del autor confeso haya revelado que este quiere aprovechar la comparecencia para decirle a Noruega y al mundo porqué cometió la masacre de la isla de Utoya, en la que además usó las prohibidas balas expansivas para causar mayor daño, y el atentado de Oslo.

El autor de la masacre ha confesado previamente a la policía que su objetivo era asesinar a la exprimera ministra Gro Harlem Brundtland, que estuvo en la isla de Utoya un poco antes de que llegara él, informa la agencia Reuters citando al periódico Aftenposten.

El supuesto objetivo del asesino, Brundtland, de 72 años, quien encabezó los tres gobiernos del Partido Laborista en la década de 1980 y 1990 y es a menudo llamada "la madre de la nación", pronunció un discurso en la isla el día de la masacre y se fue antes de que Anders Behring Breivik llegara.

"Anders Behring Breivik tenía planes de venir a Utoya mientras que Gro Harlem Brundtland la visitaba el viernes, pero ha declarado en el interrogatorio que se retrasó", ha informado Aftenposten, citando fuentes anónimas.

Brundtland, una médico educada en Harvard, ha sido una defensor de la política socialdemócrata en todo el mundo, y ha sido presidenta de la Organización Mundial de la Salud desde 1998 hasta 2003.

Según el abogado de Breivik, Geir Lippestad, el detenido quiere tener la oportunidad de explicar la matanza de Utoya y la bomba de Oslo, acciones que considera "atroces, pero necesarias", por lo que niega cualquier responsabilidad penal. De esta forma, tiene previsto declararse "no culpable".

"Él había sido políticamente activo pero se dio cuenta de que no tuvo éxito con las herramientas políticas habituales y, por tanto, recurrió a la violencia", ha dicho en TV2 Lippestad, que ha añadido que esperaba un examen médico de su cliente, quien colgó en internet un manifiesto por la independencia europea en el que apuntaba sus planes y en el que plagiaba al terrorista 'Unabomber' y criticaba la política de José Luis Rodríguez Zapatero.

Según la policía, el juicio podría celebrarse dentro de un año. La pena máxima en Noruega por estos delitos es de 21 años, aunque se podría ampliar si hay riesgo de reincidencia.

MENOS VÍCTIMAS

Por otra parte, la policía noruega ha advertido de que podría reducirse en las próximas horas el número definitivo de fallecidos en la matanza de la isla de Utoya, en la actualidad situado en 86 víctimas.

El director de la policía noruega, Øysten Mæland, ha asegurado en declaraciones a la televisión pública NRK que el número deberá ser, con mucha probabilidad, "ajustado a la baja" en vista de las últimas revelaciones de la investigación. Mæland ha reconocido que el actual número oficial de víctimas mortales se basa en una estimación inicial realizada el viernes por la noche, cuando la cifra de fallecidos saltó de 10 a 80 personas.

Mientras, en la isla de Utoya continúan las labores de búsqueda de cuerpos. Según informa la enviada especial de TVE Meritxell Aranda, la lluvia y el fuerte viento han complicado las tareas de búsqueda, que ha estado desarrollando durante la noche un pequeño submarino y al que se han unido esta mañana el resto de efectivos.

La isla permanece acordonada por la policía e inaccesible, mientras que los familiares de las víctimas, que han estado concentrados en un hotel para recibir apoyo psicológico, comienzan a abandonarlo para irse a sus casas, según informa TVE.
Minuto de silencio en los países nórdicos

Por otra parte, este mediodía se guardará un minuto de silencio por las víctimas del doble atentado en todos los países nórdicos, en Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia.

Los primeros ministros nórdicos han animado a sus ciudadanos a unirse al dolor de los noruegos. Así, el primer ministro de Islandia, Johanna Sigurdardottir, ha invitado a los islandeses a "honrar a las víctimas" y ha comunicado que las banderas en los edificios oficiales ondearán a media asta.

En Finlandia, donde las banderas ondeaban a media asta este domingo, el primer ministro, Jyrki Katainen, ha pedido a sus ciudadanos que defiendan "los valores de una sociedad abierta y de la democracia, incluso cuando son atacados". El primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, ha calificado la matanza de "ataque contra los valores reales sobre los que se construyó nuestro país. Es un ataque contra todos nosotros".

Suecia también ha pedido un minuto de silencio sus banderas ondean a media asta en los edificios oficiales para "expresar la profunda solidaridad de Suecia", según un comunicado del primer ministro, Fredrik Reinfeldt.

A medida que pasan las horas después de la masacre, las críticas a la actuación policial cobran fuerza, ya que tardó una hora en llegar a la isla de Utoya. Los agentes recibieron el primer mensaje de alerta del tiroteo a las 17.26 horas, pero los primeros efectivos no llegaron a la isla hasta las 18.25 horas, ya que tuvieron primero que confirmar el aviso y luego conseguir una embarcación, ha reconocido un portavoz policial en rueda de prensa.

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