Un domingo 16 de Septiembre del año 1928, nacía en la ciudad de Concordia, Provincia de Entre Ríos, en La República Argentina, Hilda Magdalena Sirimarco Gomez. Hija de Antonio Sirimarco Boero y Ermelinda Juana Gomez.
Nieta de inmigrantes provenientes de la región de Calabria, provincia de Cosenza, ciudad de Di Sant'Agata Di Esaro, de la República de Italia, por vía paterna, por vía materna, poco es lo que se sabe, ya que su abuelo materno no reconoció como hija a su madre, solo se sabe que su abuela materna era Argentina, llamada Alejandra Gomez, apellido con el cual anoto a Ermelinda.
Tercera de siete hermanos: Alcides, Juan, Luis, Dora, Jose y Doris. Vivió hasta su adolescencia en Concordia, en la casa de la familia Sirimarco, después de que su familia entrara en crisis, y doña Ermelinda huyera a Buenos Aires con todos sus hijos.
Para poder salir adelante, de pequeña empezó a trabajar en casas de familia. Quienes más la marcaron y enseñaron, fue una familia alemana, en donde vivió un tiempo extenso. Junto con su madre sacaban su hogar adelante.
La relación con su padre era casi inexistente, ya que los mayores conflictos habían sido con y por el. Un día de verano, junto con su madre, estaban en la famosa ''estación de retiro'' cuando conoció a un muchacho pinton. A la edad de 18 años, conocía a quien seria, como ella describía, el hombre de su vida, Ambrosío Milciades Gusman Godoy.
El se estaba enlistando en el servicio militar obligatorio, rumbo al sur del país, con la marina.
Nieta de inmigrantes provenientes de la región de Calabria, provincia de Cosenza, ciudad de Di Sant'Agata Di Esaro, de la República de Italia, por vía paterna, por vía materna, poco es lo que se sabe, ya que su abuelo materno no reconoció como hija a su madre, solo se sabe que su abuela materna era Argentina, llamada Alejandra Gomez, apellido con el cual anoto a Ermelinda.
Tercera de siete hermanos: Alcides, Juan, Luis, Dora, Jose y Doris. Vivió hasta su adolescencia en Concordia, en la casa de la familia Sirimarco, después de que su familia entrara en crisis, y doña Ermelinda huyera a Buenos Aires con todos sus hijos.
Para poder salir adelante, de pequeña empezó a trabajar en casas de familia. Quienes más la marcaron y enseñaron, fue una familia alemana, en donde vivió un tiempo extenso. Junto con su madre sacaban su hogar adelante.
La relación con su padre era casi inexistente, ya que los mayores conflictos habían sido con y por el. Un día de verano, junto con su madre, estaban en la famosa ''estación de retiro'' cuando conoció a un muchacho pinton. A la edad de 18 años, conocía a quien seria, como ella describía, el hombre de su vida, Ambrosío Milciades Gusman Godoy.
El se estaba enlistando en el servicio militar obligatorio, rumbo al sur del país, con la marina.
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